miércoles, agosto 26

Evite las diez mejores razones por las que la gente fracasa


Hola Gente!!! Que lindo compartir cosas buenas con ustedes!!!

Les dejo otra parte de este maravilloso libro, el tema del fracaso como punto de partida o escalón para seguir subiendo es bastante, para muchos, complicadito de entenderlo y de llevarlo a cabo.

Particularmente lo estoy haciendo con cada situación no agradable que me toca vivir, porque a pesar de ponerle pilas a las circunstancias adversas, se hace muchas veces, cuesta arriba seguir adelante manteniendo intacto o como pasados por fuego, los sueños.

Ni para mi ni para nadie es fácil, es mas, para muchos de nosotros es aun mas difícil pero que bueno tener la onda y personas que tiren buenas ondas, que nos alienten a seguir adelante, que nos den fuerzas para seguir creyendo que podemos, si no es hoy mañana, llegar a alcanzar eso que siempre soñamos, ese sueño que es el combustible que moviliza nuestras vidas, ese combustible que mantiene encendido el fuego a través de los vientos mas fuertes y de las tormentas mas poderosas.

Gente… se que no es fácil, a mi me cuesta mucho pero se que hay alguien mas poderoso que todas las cosas malas o adversas que nos acechan, y es el amor, en mi caso el amor a Dios y su amor para conmigo que hace que reciba de mas de uno de ustedes, aun sin conocerme, su amor, su apoyo, sus ánimos y sus fuerzas… y con el amor que recibo de mis hijas, mi nieta, parte de mi flia. Como uno no va a levantarse de donde haya caído por mas grande que haya sido esa ciada y seguir adelante sabiendo que todo eso esta en el camino que uno eligió transitar, el camino de los verdaderos valores, esos que nada ni nadie los puede destruir porque no están hechos con cosas materiales que se pueden romper o gastar con el tiempo, sino hechos con hechos de amor y verdad, cuando los cimientos son estos… nada los destruye… podrán doblarse en momentos difíciles pero como las palmeras volverán a erguirse.

Les envió mis mas sinceros cariños y mi mas sincera admiración por el valor que cada uno de ustedes tiene para levantarse de la caída mas dura y seguir caminando hacia la meta, la de de alcanzar sus sueños!!!

Evite las diez mejores razones por las

que la gente fracasa

Señor, líbrame del hombre que nunca comete errores, y también

del hombre que comete el mismo error dos veces.

—DR. WILLIAM MAYO

  1. Pobre capacidad de entender a la gente

El peor obstáculo al éxito que veo en los demás es una pobre capacidad de entender a la

gente. No hace mucho, el Wall Street Journal publicó un artículo sobre las razones por las

que los ejecutivos fallan. Entre las primeras cosas de la lista estaba la incapacidad personal

para relacionarse efectivamente con los demás.

Días atrás le estuve hablando a algunas personas que se quejaban de no haber obtenido

un contrato que esperaban conseguir. «No fue justo», me dijo uno de ellos. «Todos los que

participaron se conocían. Nosotros no teníamos posibilidades. Todo eso es pura política».

Pero a lo que esa persona se estaba refiriendo no era a política sino a relaciones.

Las escritoras Carole Hyatt y Linda Gottlieb dicen que las personas que fracasan en el

trabajo por lo general citan «actitudes políticas» como las razones para sus fracasos. Pero la

realidad es que a lo que ellos llaman política es a menudo nada más y nada menos que una

interacción regular con otras personas. Hyatt y Gottlieb afirman:

La mayoría de las actividades incluyen a otras personas. Usted puede tener una gran

inteligencia académica y aun así carecer de una falta de inteligencia social, que es la

habilidad de ser un buen «escuchador», ser sensible hacia los demás, saber hacer y recibir

críticas.

Si usted no le gusta a la gente, entonces es posible que ellos contribuyan a su fracaso … Por

otro lado, usted podrá eliminar serios problemas si es inteligente socialmente … Un error

puede realmente promover [su] carrera si su jefe piensa que [usted] manejó la situación en

una forma madura y responsable.

¿Cómo es usted cuando se refiere a trabajar con otras personas? ¿Es usted genuino y

auténtico o está continuamente queriendo ser la estrella? ¿Escucha con atención a los

demás, o usted es el único que habla? ¿Espera que los demás se sujeten a sus deseos, sus

planes, su agenda, o trata de encontrar la forma para que los demás también tengan la

posibilidad de plantear sus deseos?

El ingrediente más importante en la fórmula

del éxito es saber cómo entenderse con la

gente.

—THEODORE ROOSEVELT

Si no ha aprendido cómo relacionarse con las personas, siempre estará librando una

batalla para triunfar. Sin embargo, aprender a relacionarse con las personas le ayudará más

que cualquiera otra habilidad que usted pueda desarrollar. A la gente le gusta hacer

negocios con las personas que les son simpáticas. O, como dijo el presidente Theodore

Roosevelt: «El ingrediente más importante en la fórmula del éxito es saber cómo

entenderse con la gente».

  1. Una actitud negativa

Vi una tira cómica que describía a un hombre haciéndose leer las palmas de las manos

por una adivina. Después de estudiar las manos del hombre, la mujer dijo:

—Usted será un hombre triste, miserable y pobre hasta que tenga 30 años.

—¡Ajá!—exclamó el hombre, esperanzado. Y agregó—¿Y a partir de los treinta?

—¡Ya se habrá acostumbrado!—le contestó la adivina.

La forma en que reaccione a las circunstancias de su vida tiene mucho que ver con su

bienestar y su éxito. W. Clement Stone cuenta una historia sobre una joven recién casada

que viajó con su esposo al desierto de California durante la II Guerra Mundial.

Debido a que ella había crecido en el Este, el desierto le parecía remoto y desolado. Y

donde vivían, nada hacía las cosas más fáciles. La única casa que pudieron encontrar fue

una choza cerca de una villa de nativos americanos, ninguno de los cuales hablaba inglés.

Ella pasaba gran parte del tiempo sola, temiendo asarse con el calor de cada día.

Cuando su esposo se fue por un largo período, ella escribió a su madre para decirle que

había decidido volver a casa. Pocos días después, recibió esta respuesta:

Dos hombres miraban por entre las

barras de una prisión,

Uno veía barro, el otro estrellas.

Esas palabras ayudaron a la joven a ver las cosas en una forma diferente. Es posible que

no haya podido mejorar las circunstancias, pero sí se podía mejorar ella. Hizo amistades

entre los vecinos nativos americanos, empezó a trabajar con ellos hilando y haciendo

objetos de barro y se tomó tiempo para explorar el desierto y descubrir su belleza natural.

Así, de un día para otro, estaba viviendo en un mundo nuevo. Lo único que había cambiado

era su actitud.

Si sus circunstancias insisten en tirarlo hacia abajo, entonces quizás sea tiempo de

cambiar, no su situación, pero sí su actitud. Si puede aprender a hacer lo mejor en

cualquiera situación, podrá eliminar un tremendo obstáculo que se yergue entre usted y sus

sueños.

  1. Un mal ajuste

Aunque siempre deberíamos examinar nuestras actitudes cuando no disfrutamos de las

circunstancias, a veces se impone un cambio en la situación. En ocasiones, el mayor

contribuyente a un fracaso crónico es un pésimo ajuste en las capacidades, intereses,

personalidad o valores.

Un buen ejemplo puede verse en la vida del productor de cine David Brown. Comenzó

en la corporación América y fue despedido de tres trabajos diferentes antes que se diera

cuenta que la vida de las corporaciones no era para él. Después de llegar a Hollywood y ser

el número dos en la Twentieth Century Fox, lo despidieron tras haber recomendado una

película que resultó ser un fracaso. De ahí pasó a ser vicepresidente editorial de la

Biblioteca Nueva América, pero fue despedido después de una pelea que tuvo con un

compañero de trabajo. Más tarde fue contratado nuevamente por la Twentieth Century Fox,

pero seis años más tarde fue despedido de nuevo, junto con el presidente de la Fox, Richard

Zanuck.

Brown examinó su conducta en el trabajo y determinó que su estilo franco y un tanto

altanero no se ajustaba en el medio en el cual trabajaba. Tenía demasiado de empresario

para trabajar en lugares donde las expectativas eran limitadas. Aunque había fracasado

como un ejecutivo colectivo, alcanzó un tremendo éxito cuando desarrolló sus propias ideas

con su antiguo jefe, Zanuck. Él y Zanuck produjeron muchas películas muy populares,

incluyendo Jaws, aquel tremendo éxito de taquilla.

Pocas cosas en la vida son más frustrantes que encontrarse trabajando en una profesión

u organización en la que uno no encaja. Es como usar zapatos dos números más grandes o

más pequeños. ¿Es usted un vendedor metido a contador? ¿Es usted un ejecutivo de una

corporación que estaría mejor en casa criando a los hijos? ¿Es usted un ingeniero que mejor

debería estar pastoreando una iglesia? ¿Es usted un empresario trabajando para una

organización cuya idea de progreso es ir lentamente hacia atrás? Evalúese en la situación en

que se encuentra. Si ve que no está donde le gustaría estar, piense en la posibilidad de un

cambio.

  1. Falta de enfoque

Las cosas malas ocurren cuando una persona no está enfocada. Déjeme ilustrar este

punto con una historia. Un día un hombre de negocios visitó una floristería en un pequeño

pueblo para ordenar flores para un amigo que estaba iniciando un negocio. Extrañamente,

el dueño de la floristería estaba muy ocupado despachando pedidos cuando tomó la

información del hombre de negocios.

Más tarde ese día, el hombre llegó a la inauguración de la tienda de su amigo y vio una

gran corona con su nombre, y una cinta que decía: «Con mi más sincera simpatía durante

este tiempo de tristeza».

El hombre de negocios se enfureció. Llamó al florista para quejarse:

—¿Qué ha hecho usted, hombre? ¿Se da cuenta lo estúpido que me ha hecho aparecer?

—Lo siento—le dijo el dueño de la floristería—. Me encontraba un poco atareado

cuando usted vino. Pero su situación no fue ni la sombra de mala comparada con lo que

ocurrió en la funeraria. La cinta allí decía: «Con mis mejores deseos en tu nuevo local».

Cualquiera puede cometer un error cuando las cosas están tumultuosas. Pero las

personas que no tienen un buen enfoque tienen problemas no porque estén demasiado

ocupadas, sino porque sus prioridades no funcionan bien. Y eso les hace perder su tiempo y

sus recursos. Si usted va de tarea en tarea sin hacer ningún progreso, o nunca llega a la meta

no obstante los esfuerzos que hace, examine su enfoque. Nadie puede avanzar sin esto.

  1. Un compromiso débil

Durante mucho tiempo, se pensó que la apatía era la moda. Pero tal parece que el

esfuerzo y el compromiso recuperan su lugar como un estilo de vida. Y eso es bueno,

porque sin compromiso no se puede lograr nada que valga la pena. Johann Wolfgang von

Goethe se refirió así a la importancia del compromiso: «Mientras la persona no se

comprometa, habrá indecisión, inconvenientes e ineficacia constante … En el momento que

uno se compromete … una corriente completa de acontecimientos brotará de la decisión,

poniendo a favor de uno todo tipo de incidentes imprevistos y asistencia material que nadie

habría podido generar».

La última vez que fracasó, ¿dejó de insistir por haber fracasado, o fracasó porque dejó

de insistir? ¿Cuál era su nivel de compromiso? ¿Puso en la tarea, alma, vida y corazón?

¿Fue a la segunda milla? ¿Puso suficiente de usted para garantizar que estuviera haciendo

lo mejor?

Si usted está comprometido, un fracaso no va a significar que nunca va a tener éxito.

Solo quiere decir que le va a tomar más tiempo. Comprometerse lo capacitará a seguir

insistiendo hasta que alcance sus metas.

  1. Falta de voluntad para el cambio

Quizás el enemigo más implacable de los logros, del crecimiento personal y del éxito es

la inflexibilidad. Algunas personas parecen seguir tan enamoradas con el pasado que no

pueden entenderse con el presente.

No hace mucho, un amigo me mandó «Las diez mejores estrategias para vérselas con

un caballo muerto». Me pareció que la lista era para reírse:

1. Compre un látigo más fuerte.

2. Cambie al jinete.

3. Nombre un comité para que estudie el caballo.

4. Nombre un equipo para que reviva el caballo.

5. Envíe un memo diciendo que en realidad el caballo no está muerto.

6. Contrate a un consultor caro para que encuentre «el verdadero problema».

7. Ponga a varios caballos muertos juntos para aumentar la velocidad y la eficiencia.

8. Escriba varias veces la definición estándar de caballo vivo.

9. Declare al caballo como el mejor, más rápido y más conómico cuando está muerto.

10. Promueva al caballo muerto a una posición más elevada.

Le apuesto a que ha visto cada una de estas «soluciones» aplicadas en su lugar de

trabajo. Pero realmente hay sola una manera efectiva de tratar con el problema. Cuando se

le muera su caballo, por el amor de Dios, desmóntese.

Una tira cómica de Calvin y Hobbes ilustra la manera en que muchos de nosotros

percibimos el cambio. Calvin y su amigo el tigre presumido venían bajando un cerro a toda

velocidad en el cochecito del niño. Calvin le gritó a Hobbes, que venía tras él:

—Me encanta el cambio.

Sorprendido, Hobbes, le dijo:

—¿Tú, que esta mañana te pusiste furioso cuando mamá puso menos mermelada en tu

tostada que ayer?

Calvin enfrentó a Hobbes y le explicó:

—No me has entendido. Me encanta el cambio en otras personas.

El denominador común del éxito radica en

formarse el hábito de hacer cosas que a los

que fracasan no les gusta hacer.

—ALBERT GRAY

Usted no tiene que estar loco por cambiar para tener éxito, pero sí tiene que estar

dispuesto a aceptar el cambio. El cambio es un catalítico para el crecimiento personal. Lo

saca de la rutina, le da un nuevo comienzo y le provee de una oportunidad para reevaluar el

rumbo que lleva. Si se resiste al cambio, en realidad se está resistiendo al éxito. Aprenda a

ser flexible o aprenda como vivir con sus fracasos.

  1. Una actitud del menor esfuerzo

Un obstáculo bastante común para tener éxito es el deseo de cortar camino y tomar la

vía más corta para lograrlo. Pero a la larga, esta actitud no paga bien. Como dijo Napoleón,

la victoria pertenece a los que más perseveran.

La mayoría de la gente tiende a subestimar el tiempo que demanda alcanzar algo que

valga la pena, pero para alcanzar el éxito, la persona tiene que estar dispuesta a pagar el

precio. James Watt pasó veinte años trabajando para perfeccionar su motor de vapor.

William Harvey trabajó noche y día durante ocho años para probar cómo la sangre circula

por el cuerpo humano. Y fueron necesarios otros veinticinco años para que la profesión

médica reconociera que estaba en lo cierto.

Acortar camino es en realidad una señal de impaciencia y una autodisciplina muy

pobre. Pero si está dispuesto a seguir adelante, podrá abrir camino allí donde no haya. Es lo

que Albert Grey dice: «El común denominador del éxito está en formar el hábito de hacer

cosas que a los fracasados no les gusta hacer».

Si usted acostumbra a rendirse ante sus estado de ánimo o sus impulsos, entonces

necesita cambiar su actitud ante las cosas que hay que hacer. El mejor método es fijarse

normas que demanden responsabilidad. Soportar las consecuencias por algún error le

ayudará a mantenerse en movimiento hacia adelante. Una vez que haya fijado las nuevas

normas, trabaje según ellas, no según su estado de ánimo. Eso lo mantendrá en la dirección

correcta.

La autodisciplina es una cualidad que se obtiene a través de la práctica. El sicólogo

Joseph Mancusi ha dicho: «Las personas verdaderamente exitosas han aprendido a hacer lo

que no surge en forma natural. El verdadero éxito descansa en experimentar miedo o

aversión y actuar a pesar de eso».

  1. Confiar solo en el talento

El talento es sobre estimado, no porque no tenga valor, sino porque el talento solo no es

suficiente para llevar a una persona a través de múltiples fracasos que trae la vida.

Acompañado de una sólida ética de trabajo, el talento se esparce como la gasolina en un

fuego. ¡Es explosivo!

Los grandes artistas entendieron esto, aunque algunos que no son artistas creen

erróneamente que basta con el talento para triunfar. David Bayles y Ted Orland dicen:

En el mejor de los casos, el talento se mantiene igual, y los que descansan solo sobre este

don sin desarrollarlo alcanzan la fama rápidamente y pronto caen en la oscuridad. Ejemplos

de genios no hacen otra cosa que acentuar esta verdad. A los periódicos les encanta publicar

historias de un prodigio musical de cinco años de edad que da un recital solo, pero muy

raramente se lee de alguien que llegará a ser como Mozart. El punto aquí es que cualquiera

que haya sido su don inicial, Mozart fue un artista que también aprendió a trabajar en sus

obras y, por lo tanto, mejoró. En ese sentido él es como cualquiera de nosotros.3

Mientras más grande es su talento, más probabilidades hay que usted descanse

fuertemente en él y evite el trabajo de cada día por perfeccionarlo. Si usted posee esta

tendencia, póngase en un plan de crecimiento en el sentido de tratar de esforzarse al

máximo con el talento que le ha dado Dios.

  1. Una reacción a una información deficiente

Los ejecutivos exitosos tienen en común la capacidad de hacer decisiones importantes

basadas en una cantidad limitada de información. Pero ellos también tienen en común la

capacidad de reunir información confiable para usarla cuando evalúan cada caso. El general

Douglas MacArthur sabía de esto. Por eso dijo: «Solo un cinco por ciento de un informe de

inteligencia es verdadero. Saber aislar ese cinco por ciento es lo que hace a un buen

comandante».

A medida que el ritmo de la vida y los negocios crecen, la dificultad de ser capaz de

conseguir y evaluar información también aumentará. En realidad, el famoso libro de Bill

Gates Business @ the Speed of Thought [El negocio y la velocidad del pensamiento] lo

escribió específicamente para tratar este asunto.

Un ejemplo de cómo pueden hacerse decisiones equivocadas cuando la información no

es suficiente lo es la compra de la compañía fabricante del automóvil Rolls-Royce. La

Vokswagen y la BMW lucharon para comprarla a sus dueños, Vickers PLC. La batalla la

ganó la Volkswagen pagando 780 millones de dólares por la compañía que fabrica ese auto

tan lujoso. Pero después que la compra finalizó, el comprador hizo un descubrimiento

terrible. La Volkswagen era dueña de la compañía, pero no de los derechos sobre el nombre

Rolls-Royce, que identifica a este lujoso automóvil en todo el mundo. La licencia para el

nombre, se supo, pertenecía a otra compañía, la Rolls-Royce PLC, una compañía

aeroespacial. Y peor aún, Rolls-Royce PLC tenía vínculos con la BMW. ¿Se imagina quién

recibió permiso para usar el nombre? Pensó bien: la BMW, no la Volkswagen. Y todo eso

ocurrió por la pobre información que se reunió.

  1. Ausencia de metas

La última causa importante del fracaso es la ausencia de metas. Don Marquis percibe

que «vivimos en un mundo donde la gente no sabe lo que quiere y es capaz de ir hasta el

mismísimo infierno para tratar de conseguirlo».

Joe L. Griffith cree que «una meta no es más que un sueño con un tiempo límite».

Muchas personas no tienen metas porque no sueñan. Como resultado, no tienen un deseo.

Si esto lo describe a usted, entonces debe mirar bien dentro de usted y tratar de determinar

por qué está en este planeta. Una vez que lo haya descubierto, sabrá a qué tirarle.

Vivimos en un mundo donde la gente no sabe

lo que quiere y es capaz de ir al mismísimo

infierno para tratar de conseguirlo.

—DON MARQUIS

Si puede descubrir la debilidad que lo debilita, entonces puede comenzar haciendo algo

al respecto. Y eso puede cambiarle la vida. Yo he visto este cambio una vez tras otra en

personas que desean triunfar.

JOHN C. MAXWELL

El Lado Positivo del Fracaso


viernes, agosto 14

TODO EMPIEZA Y TERMINA CON LA GENTE

Hola Gente!!! Ha pasado bastante tiempo desde el ultimo articulo que les envié.
Sucede que estuve de viaje por Mardel viendo un negocio para llevar a cabo, y esta semana pasada mi segunda hija entro en la semana 38 de su embarazo, así que full con muchas cosas juntas, ultimando los preparativos de la venida de Benedetta (mi futura nietita)… esto me llevo tiempo sumada la falta de Internet en casa, la cual pedimos pero como no tienen MODEM wi-fi, servicio que ofrecen pero no pueden cumplir, todavía no lo han instalado…
En fin les dejo un articulo de esta mujer maravillosa de Venezuela, a ella la conocí luego de encontrar e enviarles un articulo de su autoria. Vianney Vallenilla se comunico conmigo a través del Facebook y desde ese momento me envió algunos de sus artículos, los cuales encuentro de alimento o recordatoria para nuestras vidas…
Desde ya gracias a ustedes por su afecto incondicional, su espera de estos artículos, sus palabras de aliento y agradecimiento, y en especial un gracias enorme por el amor incondicional de Dios a mi vida que aun pasando por fracasos o malas decisiones el esta ahí ayudando a salir de esos lugares oscuros donde, por no pensar las consecuencias antes, uno cae… el nunca nos deja ni nos desamparas aun en los peores momentos donde creemos que nadie nos ama el esta…
Mis mas sinceros cariños a todos ustedes y nos estaremos comunicando no tan seguido pero seguiremos.. como siempre adelante a pesar de las piedras, buenas o malas, que encontremos en encamino…
Claudia



TODO EMPIEZA Y TERMINA CON LA GENTE
La gente, ¡qué gran complejidad! Filosofía, que nunca se termina de estudiar. Cada día sorprenden más las diferentes reacciones que de la gente se puede captar. Llanto enjugado con risa, angustia inspirada en la paz, soledad en plena compañía, silentes gritos que se quieren escuchar. La vanidad, desdoblándose en acciones, que hacen ruborizar a la humildad. Erudición socavada por la codicia, la comodidad y el desinterés. Insipiencia queriendo figurar con actitudes y expresiones que no logran esconder la opacidad propia. Gente que se encuentra donde aún no debe estar y otras, que se desvirtúan y desvanecen en escenarios no idóneos para su condición profesional.
Sí, todo es producto de la gente Es la gente que genera los cambios, que hace la guerra, pero también la paz, que en ocasiones hunde al prójimo, y en otras, lo ayuda a levantar. Que a veces calla, cuando quiere hablar, que baja la mirada para que ésta no lo vaya a denunciar, que desvía el rostro para no observar aquello que no comparte, pero que debe aceptar.
La gente está en las empresas, en las calles, plazas, iglesias, tribunales, cárceles, tiendas, es decir en todos los lugares, mas cuán difícil es la integración, el comprender al semejante, el practicar la comprensión, el lograr empatía, la solidaridad y unión. ¿Qué está sucediendo?, ¿Podremos detener el deterioro humano? ¿De qué sirven tantos adelantos, tecnología, desarrollo y crecimiento global, si el comportamiento de algunas gentes dejan mucho que desear, y esas indeseadas actitudes a muchos otros, logra contaminar como una pandemia que no es fácil erradicar. La gente hace, la gente deja de hacer, todo es cuestión de reflexionar un poco, retomar y fortalecer los principios y valores que permitirán un renacer.
Definitivamente la génesis y l fin es con la gente, pero con un tipo de gente que acciona, que ha comprendido desde lo más profundo de su interior que todos debemos atender al llamado, a la misión que la vida nos encomendó. Seres capaces de forjar cambios, pioneros del futuro, hacedores de verdades, visionarios de desarrollo, paladines de la rectitud, voceros del optimismo, sembradores de justicia y líderes por convicción, que reconozca que la estadía en este mundo debe ser fértil y honrosa, que sus pasos dejen huellas bien marcadas para las generaciones que vendrán.
Gente, que debe atender lo suyo, para procurar siempre el bien, dar lo mejor de sí, esté donde esté, pues el espacio es infinito y nadie permanece en el mismo lugar. Gente que se gane lo que desee subiendo hasta su propia cima, que no atropelle a otros para ascender, que considere al respeto de los demás como una condición de vida que ayuda a fortalecer el crecimiento y la dignidad entre los hombres
Por ello, antes de atender los asuntos técnicos, se debe dar prioridad a lo relacionado con la condición humana, a depurar al individuo de esos prejuicios, antivalores y obsoletos paradigmas que en vez de ayudar lo que hacen es destruir y dañar lo que encuentra a su paso, porque es natural que las personas se desenvuelvan de acuerdo con sus costumbres, crianzas, conocimientos y experiencias, aunque no sean las mejores, simplemente no conoce otras. Por ello, una persona, puede ser excelente en sus condiciones profesionales, no obstante en su perfil humano rompe con la armonía del grupo, asumiendo actitudes contrarias a las buenas relaciones interpersonales y eso, sin duda, crea un ambiente hostil, de rechazo e impotencia, lo que conlleva a la desmotivación, la displicencia y pérdida de confiabilidad de los que se encuentran en su equipo. A nadie le agrada que:
• Lo desautoricen en su área de trabajo
• L o critiquen en público,
• Se le irrespete su condición natural
• se menosprecien las labores que realiza
• No se le considere como alguien valioso
• No se le reconozca su dedicación y esfuerzo
Este es un asunto que amerita mucha atención, por parte de los directivos y niveles gerenciales, pues cuando en las organizaciones se soslayan estas situaciones, el efecto negativo se desproporciona y los tentáculos de las actitudes no adecuadas llegan hasta niveles incalculables, trayendo como consecuencia incumplimiento, anarquía, sabotaje e insubordinación, nada sano para una empresa o institución.
En consecuencia, revisemos nuestras propias actitudes y coadyuvemos con el cambio en los demás. Se pueden lograr cosas maravillosas de las personas, si sólo los tratamos como gente. La autoridad, el respeto y la consideración de la gente se ganan, no se impone

Vianney Vallenilla