Nuestra mente es similar a un depósito en el que se almacenan los pensamientos, donde queda todo registrado. Es allí donde deben comenzar los cambios, donde hay que desterrar y arrancar los conceptos que nos lastiman y que nos hacen vivir de sufrimiento en sufrimiento.
Aprendimos a pensar en pequeño, a planificar a corto plazo, a salir solo de ese momento, de esa situación.
Nuestro cerebro contiene cerca de diez mil millones de neuronas y está comprobado que a mayor cantidad de estímulos que reciban mas protuberancias se unirán a otras, aumentando las interconexiones cerebrales. Piense por un momento lo que ocurriría si todas ellas se activan. Lograrás cosas que antes creías que no eran para vos, que no te pertenecían.
Tipos de cerebros y de inteligencias.
La inteligencia está en todo el cuerpo humano y cada experiencia vivida se desarrolla predominantemente en un área de nuestro organismo, funcionando como “cerebros”.
Se ha enfatizado erróneamente y durante cierto tiempo, que los seres humanos usamos el 10% de nuestro cerebro, que sólo aprovechamos la diezmilésima parte de él.
1. El cerebro de las entrañas:
¿Escuchaste alguna vez: “siento un nudo en el estómago”? Es el cerebro que se pone en funcionamiento cuando pasas por una experiencia traumática y se somatiza en el estómago. No es por lo que ingeriste sino por la circunstancia por la que tuviste que atravesar. Este cerebro es independiente del cerebro que tenemos en la cabeza.
2. El cerebro de la cabeza:
Es el que conocemos, el que más se utiliza. Conocido como el cerebro racional.
3. El cerebro del corazón:
Es el que nos estimula y nos ayuda a responder ante la vida. Allí están las metas que nos impulsan a sobresalir, a buscar nuevas oportunidades para aprender a crecer. Cuando estamos ante una decisión importante para nuestra vida debemos fijarnos qué es lo que piensa cada uno de estos tres cerebros.
Y hay un cuarto cerebro, una cuarta inteligencia no utilizada por todos y que la utilizan algunos privilegiados…
4. El cerebro o inteligencia espiritual:
Es una inteligencia superior que nos permite resolver algunos asuntos que los tres anteriores no pueden hacerlo. No todas las personas activan este tipo de cerebro, y sin embargo es en ese lugar en donde surgen los límites y las barreras que deberemos enfrentar para alcanzar nuestros sueños.
La inteligencia emocional
Hay otro tipo de inteligencia, llamada “inteligencia emocional” que es la responsable en la mayoría de las personas, de sus éxitos o sus fracasos. El Dr. Hendrie Weinsinger dice que “… es útil en tiempos de bonanza, imprescindible en tiempos de crisis”.
Esta inteligencia nada tiene que ver con el coeficiente intelectual de cada persona, se la relaciona con las características de la personalidad o simplemente con el carácter del individuo.
Se sostiene que las capacidades sociales y emocionales pueden ser aún más fundamentales para el éxito en la vida que la capacidad intelectual.
Algunas cualidades emocionales que influyen directamente en el logro del éxito son:
la empatía
la expresión y comprensión de los sentimientos
el control de nuestro carácter
la independencia
la capacidad de adaptación
la simpatía
la capacidad de resolver los problemas de forma interpersonal
la persistencia
la cordialidad
la amabilidad
el respeto
En los tiempos que corren la inteligencia emocional de cada persona es sumamente importante y tenida en cuenta ya que es la que determina cómo nos manejamos con respecto a nosotros y el tipo de vínculo que establecemos con los demás.
¿Cómo te relacionas contigo mismo?
A la capacidad de relacionarse bien consigo mismo se la llama “inteligencia intrapersonal”. Al igual que la “emocional” también está compuesta por otras competencias que determinarán el modo de relacionarnos con los otros. De allí que es necesario poder descubrirnos y conocer las habilidades que tenemos, necesarias para superarnos y lograr los resultados que esperamos.
Estamos acostumbrados a mirarnos para afuera, en el otro, sin embargo, tenemos que aprender a investigar hacia adentro nuestro. Vemos las fallas de los demás, pero no las nuestras.
Es fundamental que puedas conocerte para poder establecer buenas relaciones con los demás y para cambiar las formas de pensamiento.
La queja: si eres de los que se quejan todo el tiempo, será tu mayor impedimento para alcanzar el éxito. Donde hay queja pon sabiduría.
La pasividad: caracterizados por el miedo. El temor te paraliza y no te deja avanzar. Si piensas que no vas a poder lograr algo, ése no es un pensamiento correcto porque estás determinando tu límite.
La desconfianza: los desconfiados piensan que todo se lo hacen a propósito, todo lo hacen en su contra. Tal vez porque en algún momento de su vida sufrieron alguna traición y quedaron lastimados, por eso piensan que los demás buscan lo mismo. Tienes que saber que dentro de ti está la capacidad par quebrar tu pasado y volver a levantarte.
No permitas que tus pensamientos te arrastren. Necesitas aprender a ponerle stop a tu mente y decirle ¡basta! a esos pensamientos, porque estás viviendo lo que crees de vos mismo.
He aquí un diálogo entre dos amigos que se encuentran en un bar:
Me dijeron que ganaste ese juicio que tenías paralizado desde tanto tiempo y te van a pagar un montón de dinero…
Sí, pero viste... ahora no sé que hacer con la plata… Puedo comprar dólares, pero… ¿y si baja la cotización? Y si lo deposito en alguna entidad bancaria puede pasar lo de años atrás… aparece el famoso corralito y me incautan lo que deposité. Si la escondo en mi casa pueden entrar a robarme….
La pregunta que tendrías que hacerte hasta el último día de tu vida es: ¿qué pensamientos son los que están frenando la conquista de tu éxito? Las dudas, el miedo, la pasividad, no saber escuchar, hablar todo el tiempo, tratar mal a la gente ¿serán lo que te hace detener? Es bueno que lo puedas identificar y quebrar para alcanzar los sueños que determinaste para tu vida.
Bernardo StamateasEscritor, Director de la Fundación Volver a Empezar, Terapeuta Familiar, Sexólogo Clínico y Miembro Distinguido de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana.
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