Nuestra educación y tradiciones nos enseñaron a sentirnos culpables cada vez que nos equivocábamos o cometíamos un acto de inconsciencia. También aprendimos que toda falta debe ir acompañada del respectivo castigo, y así transcurrió nuestra niñez y adolescencia tanto en nuestro mundo escolar como familiar.
De esa forma llegamos a adultos, cargando o arrastrando una pesada carga de culpas, producto que como seres humanos que somos, nos equivocamos muchas veces.
Hace unos diez años, entré por error a una sala donde se daba una Charla sobre el libro Un Curso de Milagros, me senté en la parte posterior del salón a esperar que comenzara la charla a que yo si había sido invitado, y en ese momento comentaban una frase de ese famoso libro, que dice: “ No existen pecados a ser perdonados, sino errores a ser corregidos” . Su contenido me impactó, ya que rompía con un paradigma que tenía desde niño.
A partir de allí, he tratado de implementar en mi vida esa frase y compartirla con mis alumnos y mis escuchas ya que una de las herramientas que la vida nos regala para crecer y evolucionar es a través del aprendizaje que obtenemos de los errores cometidos, sobretodo cuando en conciencia y responsablemente asumimos ese error. Eso significa mirar al pasado y analizar qué pasó, porqué me ocurrió tal cosa, porqué actué de tal manera que luego me arrepentí de ello pero el mal ya estaba hecho? Si razono humilde y conscientemente podré darme cuenta que lo pude haber hecho mejor, con mejores consecuencias para mí y los que me rodean. Me arrepiento del error cometido, pido perdón a la o las personas que fueron afectadas por mi actuación, resarzo el daño material, de ser eso posible y me propongo continuar de allí en adelante actuando de una forma mas consciente cada vez que una situación similar se presente.
Si actúo así, de cada error cometido habrá quedado un aprendizaje, no solo para no volverlo a cometer sino para incluso compartir con otros la experiencia y que así otros se beneficien de mi error
Somos como esos globos de colores que recorren los cielos de algunos países de Europa, que para que se puedan elevar, deben soltar los sacos de arena que les colocan para mantenerlos anclados en tierra. Esos sacos de arena son nuestras culpas, los rencores por culpas que achacamos a otros así como parte de nuestras historias personales que no quisiéramos recordar.
Al incluir este nuevo paradigma en cuanto a los errores, al aprender a vivir en presente, sabiendo que como seres humanos nos equivocaremos múltiples veces, pero que de esos errores voy a aprender y crecer, vamos a poder elevarnos , evolucionar y crecer como Seres de Luz, que vinimos a este a este planeta a cumplir con la hermosa misión de dejar este mundo, cuando nos toque irnos , al menos un poquito mejor que como lo encontramos.
Eduardo GonzálezInstructor certificado por el Instituto “CHOPRA CENTER FOR WELL BEING”, Deepak Chopra, de San Diego, California
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