miércoles, diciembre 21

LA NAVIDAD NO ES UN CUENTO

Alguien me acercó un cuento de Navidad que leyóen alguna parte. Lo contaré a continuación porquerealiza un hermoso viaje al corazón de Jesús Niño.Se dice que, cuando los pastores se alejaron y laquietud volvió, el niño del pesebre levantó lacabeza y miró la puerta entreabierta. Un muchachojoven, tímido, estaba allí, temblando y temeroso.- Acércate- le dijo Jesús- ¿Por qué tienes miedo?- No me atrevo... no tengo nada para darte.- Me gustaría que me des un regalo - dijo el recién nacido.El pequeño intruso enrojeció de vergüenza ybalbuceó:- De verdad no tengo nada... nada es mío, si tuvieraalgo, algo mío, te lo daría... mira.Y buscando en los bolsillos de su pantalónandrajoso, sacó una hoja de cuchillo herrumbradaque había encontrado.- Es todo lo que tengo, si la quieres, te la doy...- No - contestó Jesús- guárdala. Querría que medieras otra cosa. Me gustaría que me hicieras tresregalos.- Con gusto - dijo el muchacho- pero... ¿qué?- Ofréceme el último de tus dibujos.El chico, cohibido, enrojeció. Se acercó al pesebrey, para impedir que María y José lo oyeran,murmuró algo al oído del Niño Jesús:- No puedo... mi dibujo es horrible...¡nadie quiere mirarlo... !- Justamente, por eso lo quiero... siempre tienes queofrecerme lo que los demás rechazan y lo que no lesgusta de ti. Además quisiera que me dieras tu plato.- Pero... ¡lo rompí esta mañana! - tartamudeóel chico.- Por eso lo quiero... Debes ofrecerme siempre loque está quebrado en tu vida, yo quiero arreglarlo...Y ahora -insistió Jesús- repíteme la respuesta que lediste a tus padres cuando te preguntaron comohabías roto el plato.El rostro del muchacho se ensombreció, bajó lacabeza avergonzado y, tristemente, murmuró:- Les mentí... Dije que el plato se me cayó de lasmanos, pero no era cierto...¡estaba enojado y lo tiré con rabia!- Eso es lo que quería oírte decir -dijo Jesús-Dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tuscalumnias, tus cobardías,tus crueldades. Yo voy a descargarte de ellas...No tienes necesidad de guardarlas...Quiero que seas feliz y siempre voy a perdonartetus faltas. A partir de hoy me gustaría que vinierastodos los días a mi casa.de Ariel David Busso,

viernes, septiembre 30

Parábola del Águila

“Érase una vez un hombre, que mientras caminaba por el bosque, encontró un aguilucho. Se lo llevó a su casa y lo puso en un corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a conducirse como estos. Un día un naturalista que pasaba por allí le preguntó al propietario porqué razón un águila, el rey de todas las aves y los pájaros, tenía que permanecer encerrada en el corral con los pollos.
-Como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser pollo, nunca ha aprendido a volar- respondió el propietario-. Se conduce como los pollos, y por tanto, ya no es un águila.
-Sin embargo- insistió el naturalista- tiene corazón de águila y, con toda seguridad, se le puede enseñar a volar.
Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el águila volara. El naturalista la tomó en sus brazos suavemente y le dijo: “Tú perteneces al cielo, no a la tierra. Abre las alas y vuela”.
El águila, sin embargo, estaba confusa; no sabía qué era y, al ver a los pollos comiendo, saltó y se reunió con ellos de nuevo.
Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al águila al tejado de la casa y le animó diciéndole: “Eres un águila. Abre las alas y vuela”. Pero el águila tenía miedo de su yo y del mundo desconocido y saltó una vez más en busca de la comida de los pollos.
El naturalista se levantó temprano al tercer día, sacó al águila del corral y la llevó a una montaña. Una vez allí, alzó al rey de las aves y le animó diciendo: “Eres un águila. Eres un águila y perteneces tanto al cielo como a la tierra. Ahora, abre las alas y vuela”.
El águila miró alrededor, hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Pero siguió sin volar. Entonces, el naturalista la levantó directamente hacia el sol; el águila empezó a temblar, a abrir lentamente las alas y finalmente, con un grito triunfante, se voló alejándose en el cielo.
Es posible que el águila recuerde todavía a los pollos con nostalgia; hasta es posible que, de cuando en cuando, vuelva a visitar el corral. Que nadie sepa, el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Sin embargo, fue un águila, pese a que fue mantenida y domesticada como un pollo”.

Esta parábola refleja muy bien la situación de cada uno de nosotros y del hombre de hoy. Este ha perdido su identidad y el sentido de la vida. ¿Quién es el hombre? ¿Cuál es el sentido de su vida? ¿Quién soy yo? La respuesta no es fácil ¿Soy águila o soy pollo? Mi conciencia me dice lo primero, mi forma de vida tal vez lo segundo. Como el aguilucho, el hombre ha perdido identidad. A fuerza de vivir en el corral y de comer la comida de los pollos, ha traicionado su verdadera esencia y se ha rebajado. Ya no sabe lo que es. Ha perdido el sentido de la actividad y de su vida.

El hombre, como el águila, es el rey de la creación. Posee un corazón grande capaz de anhelar lo sublime. Tiene alas para perseguir lo más alto. Sin embargo, se ha encarcelado en el corral; la sociedad de consumo lo tiene atrapado en sus fauces voraces. Y es que es mucho más fácil y placentero ser pollo que águila. El pollo posee la seguridad del corral, la comodidad de las rejas que delimitan su espacio, el cuidado de su amo, la tranquilidad del alimento asegurado, la protección frente a las vicisitudes de la vida. El águila, sin embargo, debe asumir el riesgo de moverse en un espacio sin límites, tiene que estar alerta para no caer en manos del cazador que la convertiría en trofeo de caza o en pieza de museo, tiene que luchar frecuentemente en la soledad y en un ambiente adverso, por proteger y defender su vida de quienes quieren someter. Pero el pollo ha perdido su libertad, la ha entregado a cambio de unos granos de trigo que llenen su buche hambriento, es explotado y sometido al sucio mercado de la compra y venta. El águila en cambio, es libre, sus alas le permiten surcar los cielos y explorar horizontes siempre nuevos.
¡Que triste es ver al hombre, como el aguilucho, en el corral comiendo la comida de los pollos y llevando la vida de estos, cuando su corazón y su mente están hechos para cosas más grandes.
La tarea no es fácil; en parte, porque estamos convencidos de ser pollos o porque no conocemos cuál es realmente nuestra identidad; en parte, porque nuestros amos, la comodidad, la dependencia y el consumismo, no nos dejan salir. Sentiremos miedo, indecisión; tendremos que luchar contra la inercia, que una y otra vez tratará de devolvernos al corral. Únicamente el aire limpio de la montaña y la contemplación de ideales tan nobles y altos como el sol, podrán desplegar nuestras alas y hacer cantar el grito triunfante de la liberación.
Recordaremos con nostalgia nuestra vida de pollos y sufriremos la tentación de volver al corral. Pero quien realmente descubre su vocación a la libertad y encuentra un claro sentido de su vida, jamás dará un paso atrás en su decisión de llevar una existencia auténticamente humana.

1. En este momento de tu vida ¿Con quién te identificas más con el águila o con el pollo?
2. ¿Cuál es el sueño de tu vida?
3. ¿Qué te impide volar?
"Un hombre encontró un huevo de águila y lo puso en el nido de una gallina, en un corral. El aguilucho fue incubado junto con la nidada de polluelos, y creció con ellos.
Toda su vida el águila hizo lo que hacían los pollos del corral, creyendo que era uno de ellos. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos. Piaba y cacareaba. Y movía las alas y volaba unos pocos metros.
Pasaron los años, y el águila envejeció. Un día vió un ave magnífica volando por encima de ella, en el cielo sin nubes. Se deslizaba con graciosa majestad entre las poderosas corrientes de aire, moviendo sus fuertes alas doradas.
La vieja águila miraba hacia arriba con asombro.
- ¿Quién es ése? - Preguntó.
- Es el águila, el rey de las aves - le dijo su vecino - él pertenece al cielo. Nosotros pertenecemos a la tierra; somos pollos.
Así, el águila vivió y murió como un pollo, porque creía que era un pollo".

miércoles, agosto 24

DEBEMOS APRENDER

... que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad, la verdad.... que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseo ser.... que es más fácil reaccionar que pensar.... que podemos hacer muchas más cosas de las que creemos poder hacer.... que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.... que no podemos forzar a una persona a amarnos..... Únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.... que requiere años desarrollar la confianza, y un segundo destruirla.... que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.... que las personas honestas tienen más éxito al paso del tiempo.... que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.... que no importa qué lejos he estado de Dios, siempre me vuelve a recibir.... que todos somos responsables de nuestros actos.... que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.... que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.... que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarnos en los momentos más difíciles.... que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.... que hay dos días de cada semana por los que no debemos preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es ahora.... que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.... a no competir contra lo mejor de otros, sino a competir con lo mejor de mí.... que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.... que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.... que si no controlo mi actitud, me controlará a mí.... a nunca decirle a un niño que sus sueños son ridículos, ¿Y si me cree?... que la violencia atrae más violencia.... que no importa que mi corazón esté herido: el mundo sigue girando.... que decir una verdad a medias es peor que una mentira.... que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan oportunidad.... que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.... que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son: mi familia, mi fe, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal.... que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.

lunes, agosto 22

Reposa

¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida? Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor. Cuando te abandones en mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma JESÚS, YO EN TI CONFIÓ. Evita las preocupaciones y angustias y lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser DIOS y actuar con libertad. Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: JESÚS, YO CONFIÓ EN TI. Cuando me dices: JESÚS, YO CONFIÓ EN TI, no seas como el paciente que le pide al médico que le cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo. YO TE AMO. Si crees que las cosa empeoran o se complican a pesar de tu oración Sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora: JESÚS, YO CONFIÓ EN TI

sábado, agosto 6

PARA SIEMPRE

A veces en la vida encuentras un Amigo especial alguien que cambia tu vida simplemente siendo parte de tiAlguien que te hace reír hasta que no te puedas detener Alguien que te hace creer que realmente vale la pena este mundo Alguien que te convenceque realmente hay una puerta cerrada sólo esperando a que la abras. Esto es verdaderamente una amistad. Cuando estás deprimido y el mundo te parece oscuro y vacío ese amigo está allí, para levantarte el espíritu y hacer que ese mundo oscuro y vacío de repente parezca lleno y luminoso. Esa Amistad, hace que se despejen los tiempos duros, los tiempos tristes y los tiempos confusos en tu vida. Si tu le das la espalda a los problemas él está allí para seguirte y si pierdes tu camino El estará por siempre guiándote y alegrándote... Por siempre estará allí para levantar tus manos y decirte que todo está bien... Si llegas a encontrar a otro amigo él se sentirá completamente feliz porque no tendrás en nada de que preocuparte Tienes para siempre un amigo en tu vida, Ese Amigo es Dios Y tu otro amigo soy yo!

TE QUIERO MUCHO