martes, septiembre 18

ESPERE QUE ALGO SUCEDA Y SUCEDERÁ...ES SU PROPIA PROFECÍA‏

Usted siempre está actuando como una persona que lee la fortuna en su propia vida, por la forma como piensa y habla sobre cómo van a resultar las cosas. Cuando espera y confía en que le sucederán cosas buenas, éstas se harán realidad en su vida. Si usted espera que solo le sucedan cosas negativas, de igual manera, no saldrá decepcionado.

Lo que usted consiga en la vida, no será lo que usted quiere conseguir, sino lo que usted espere conseguir. Las expectativas ejercen una poderosa e invisible influencia que hace que las personas se comporten y las situaciones se desarrollen tal como ellas esperan.

La gente adinerada espera ser rica. La gente exitosa espera ser exitosa. La gente alegre y popular espera ser alegre y popular. Sus expectativas están en gran parte bajo su control. Ellas viven una vida que es el resultado de sus propias expectativas. Esto no significa que a ellas no le sucedan cosas negativas o que no enfrenten situaciones difíciles en su vida. Pero cuando éstas suceden, ellos entienden que son parte de la vida, que son las excepciones a la regla, y por ello su respuesta es mejor.

Las personas que tienen poco éxito se caracterizan por sus pobres expectativas sobre su futuro. Son negativas, fatalistas y pesimistas. Y esto hace que de alguna manera las situaciones se resuelvan de la forma esperada; es decir, teñidas de negativismo.

El doctor Robert Rosenthal, de la Universidad de Harvard, afirma que las expectativas de los profesores tienen un enorme impacto en la actuación escolar de sus alumnos. Su estudio también comprobó que si los estudiantes eran conscientes de que se esperaba de ellos un buen rendimiento académico, su rendimiento era mucho mejor que en el caso donde no existían dichas expectativas.

Indudablemente, las expectativas que otros pueden tener son de gran incidencia en nuestras vidas. Sin embargo, las más importantes son las que usted tiene de sí mismo y lo más interesante es que puede fabricarse las suyas propias. Usted puede crear su manera personal de abordar el mundo y esperar lo mejor de usted mismo en cada actividad en la cual esté involucrado.

Sus expectativas personales son en sí mismas lo suficientemente poderosas como para neutralizar cualquier otra expectativa negativa que alguien más pudiera tener de usted. Así, puede literalmente crear a su alrededor un campo de energía mental positiva que lo protegerá del negativismo que exista a su alrededor.

El multimillonario Clement Stone es famoso por ser un "paranóico invertido", porque cree que todo el mundo está conspirando para que él triunfe. El paranóico invertido ve en cada situación la voluntad celestial de conferirle algún tipo de beneficio o de enseñarle alguna lección valiosa para el logro de su éxito.

Un asistente a uno de mis seminarios, que por aquella fecha se encontraba sin empleo, contó que después de haber escuchado esto, comenzó a hacerse todas las mañanas la siguiente reflexión: "creo que hoy me va a suceder algo maravilloso".

Repitió esto una y otra vez hasta que empezó a desarrollar una actitud que le hacía esperar con gran expectativa cualquier acontecimiento del día. Lo más asombroso del caso es que comenzaron a sucederle una serie de eventos maravillosos. A la semana de iniciar este ejercicio, después de estar seis meses sin empleo, recibió dos ofertas de trabajo. Sus problemas económicos y sus dificultades parecieron solucionarse de manera milagrosa. Era como si de repente todo lo que hiciera le saliera bien.

Usted también puede hacer este ejercicio. Espere lo mejor de sí mismo. Imagínese que tiene habilidades ilimitadas y que puede lograr lo que desee. Piense que su futuro sólo está limitado por su imaginación, y que lo que haya logrado hasta ahora es sólo una fracción de lo que es verdaderamente capaz de hacer. Imagínese que sus momentos más grandes están por delante y que todo lo que le ha pasado hasta ahora ha sido sólo una preparación para las grandes cosas que están por venir. ¿No es maravilloso? Debra Jones refuerza esta actitud en su obra Lo que tú deseas...te desea. Por: Brian Tracy

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