Cuando tienes una cita con el destino. Cuando te topas cara a cara contigo mismo y te das cuenta de que eres un ser extraordinario, lleno de sueños, ideas, planes y aventuras.
Cuando te das cuenta de la magia que tienes en tus manos. Cuando descubres el poder de tu sonrisa, de tu palabra, de tu armonía.
Cuando conoces a una persona y ves su alma, en lugar de su apariencia. Cuando hablas y en lugar de llenar espacios, llenas corazones.
Cuando alguien más te recuerda no por quién eres, sino por lo que representas. Cuando el pasado es historia y te dedicas a disfrutar el presente.
Cuando anhelas lo que nadie se atreve siquiera a pensar. Cuando ves más allá de los límites humanos. Cuando decides afrontar el riesgo de llegar a las alturas, ligero de equipaje.
Cuando llegas cada noche a tu casa y te sientes contento. Cuando descubres en un beso, una caricia o un bebe en brazos el verdadero significado del amor.
Cuando dejas de criticar y empiezas a construir. Cuando te olvidas de la isla que dejaste atrás para ir a conquistar nuevos océanos.
Cuando te lanzas sin paracaídas porque sabes que ALGUIEN está contigo.
Cuando apuntas tu mirada a lo lejos y te sientes envuelto por las estrellas o descubres esa flor que nadie observa.
Cuando sales a la calle y en vez de protestar o poner tu peor cara, regalas sonrisas como medicina contra la tristeza.
Cuando los años llegan y la vejez se acerca. Cuando recuerdas a aquel niño de tu infancia que soñaba sin parar y en ese momento observa cómo las semillas dan fruto a su debido tiempo.
Cuando te encuentras sentado, al lado de la persona que amas, descansando plácidamente y disfrutando de la película de tu vida. Cuando en ese momento eres capaz de decir:Soy lo que siempre quise ser. No he vivido en vano.
En ese momento, estoy seguro… que habrás encontrado el ÉXITO.
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