jueves, septiembre 4

Perdone y Permítase la Felicidad

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(Te deseo un super fin de semana, en aleman.)


Hola Gente!!! Llega otro finde!!! Y que temita el del perdón, espero este articulo les abra las puertas y una nueva visión y un nuevo camino, va… el camino que estaba ahí pero por falta de perdón no lo podíamos ver… cuantas cosas que se ocultan detrás de este tipo de temas o vivencias, la falta de perdón, los celos, la baja autoestima, la envidia… todas estas cosas nos estancan y no nos permiten ver que hay muchas cosas buenas cruzándolas, superándolas, mirando mas allá de ellas… démosnos una chance para ser felices dejando todo esto atrás y siguiendo el camino a la meta… la de disfrutar la vida, los afectos que nos rodean y… que mas… SER FELICES!!!

Que pasen un lindo finde!!!

Cariños

Claudia

PERDONE Y PERMÍTASE LA FELICIDAD

¿Cuántos años más piensa vivir soportando el dolor que le provoca el recuerdo de esa herida? Seguramente ignora que esa barrera que le aleja de la felicidad, también le va convirtiendo en un ser insensible y puede llevarle a caer en adicciones o sufrir un paro cardiaco.

De acuerdo a la terapeuta Annabella Alarcón de Romero, 'el perdón nos da paz interior para poder estar equilibrados y manejar nuestras emociones; si no se sabe controlar una ira le puede dar infarto, si tiene una tristeza muy grande o una alegría le puede dar diabetes'.

El enojo es algo emocional pero incide en el funcionamiento físico de su organismo ya que cuando se enoja la reacción es igual a cuando está estresado: tensión muscular, alteraciones en la circulación, constricción arterial, rechinido de dientes, pesadillas e insomnio.



UNA NECESIDAD ESPIRITUAL

Inevitablemente perdonar está relacionado con el aspecto espiritual y no con religión, lo que se hace evidente en los enfermos terminales de cualquier creencia, quienes antes de morir conceden o solicitan perdón. En su libro Autoliberación interior, Anthony de Mello, explica la espiritualidad como la terapia que va directamente a la raíz del problema y busca romper con las barreras que no dejan a la persona actuar libremente.

De cualquier manera, el perdón ha sido predicado por todas las religiones, como el proceso mediante el cual es posible sanar el alma y vivir a plenitud. Todos los seres humanos son parte del juego y mientras unos hieren adrede, en la mayoría de casos se trata de una actitud equívoca adoptada por personas con ciertas deficiencias.



POR AMOR PROPIO

La tendencia cultural es la de buscar culpables y acusar, incluso las personas alrededor influyen con comentarios como 'no seas tonta' o 'no puedes olvidar lo que ella te hizo'. Tampoco existe alguien que esté biológicamente programado para perdonar, mientras que la venganza, como parte del instinto animal, sí responde a uno de los deseos comunes entre los seres humanos.

Será más fácil para quien perdona a otro, el perdonarse a sí mismo y aprender que sus errores son parte del pasado. Actitud que se observa contraria en quienes caen en una adicción, se condenan por eso y culpan a quien les hizo daño.

Perdonar no resulta fácil pero la falta de indulgencia afecta toda la vida y el dolor se convierte en una combinación de sentimientos negativos que se experimenta a diario. Por esta razón, Alarcón se refiere al perdón como 'el amor más grande para nosotros mismos porque nos liberamos'.



¿POR QUÉ PERDONAR?

Perdonar no es una decisión que se toma de la noche a la mañana, pero sí puede convertirse en una actitud para toda la vida con beneficios como:

• No molestarse por la actitud de los demás o situaciones poco importantes.

• Habilidad para comprender acontecimientos futuros y perdonar.

• Mayor autoestima, seguridad y valoración de sí mismo.

• Capacidad para reconocer y perdonar sus propios errores.

• Ser un buen oyente y estar en capacidad para orientar a otras personas en situaciones similares. Humildad y paz interior.

• Menos posibilidades de trastornos emocionales como neurosis, depresiones, ansiedad, adicciones, anorexia o, físicas como artitris, estreñimiento, ataques al corazón, gastritis, úlceras, etcétera.

• Capacidad para manejar emociones y sentimientos.



¿COMO PERDONAR?

Lisa tenía nueve años cuando uno de sus familiares
ingresó en su habitación una mañana y como si se tratara del objeto más deseado para satisfacer su enferma necesidad sexual, empezó a acariciarla hasta palpar toda su intimidad.

Por varios años ella vivió con ese recuerdo perdido en su interior y sólo se reencontraba con la escena cuando discutía con su pareja, llenándose de cólera y rencor. Tomó la decisión de buscar ayuda y después de una corta terapia y voluntad, logró desprenderse del dolor, perdonar al hombre, dejar de culparse a sí misma y estabilizar la relación con su pareja.



PERDONAR ES SU RESPONSABILIDAD


La terapeuta Annabella Alarcón de Romero explica que la dificultad para perdonar se da porque 'hacemos un juicio duro de la persona que nos hizo el agravio y no analizamos la problemática, su comportamiento y situación emocional, no vemos qué infancia tuvo, cómo fue su juventud'. Ella señala, como elementos básicos para perdonar, la empatía y espiritualidad.

Mariah Burton Nelson, autora de El corazón incomprendido - 5 claves para el perdón y la libertad, ha establecido los siguientes pasos para perdonar:

1. Hacer conciencia: Requiere recordar y analizar
quién fue el agresor y por qué.
2. Validar el acto: Consiste en conversar con una
persona de confianza, objetiva, capaz de escuchar,
analizar la situación y dar un buen consejo. De preferencia debe recurrirse a un profesional.
3. Compasión: Significa esforzarse para ver al agresor como un ser humano, tratar de comprender lo que le llevó a causar daño. Esto no significa sentirse superior y con derecho a juzgar y culpar porque sería caer en un círculo vicioso.
4. Humildad: Es necesario eliminar el orgullo que actúa como una barrera antes de ceder el perdón.
5. Perdonarse a sí mismo: Significa reflexionar sobre los errores propios, ya se hayan cometido consciente o inconscientemente, perdonarse y superarlos. Este acto debe corresponder a un proceso de aceptación de sí mismo.

Para Burton el paso más importante es el tener compasión, pues debe cambiarse la imagen del agresor por la de un ser humano y, por tanto, los sentimientos y la reacción hacia éste.

NO DUDE EN HACERLO


1. Cuestione su actitud para desbloquear su mente,
cambiar su posición y abrirse a la idea del perdón.

2. Si acostumbra sentirse herido por pequeñeces, determine por qué surge el malestar. Tal vez descubra que no vale la pena el enojo.
3. Vea las cosas desde afuera, no insista en el papel de víctima y observe su caso como si se tratara de un amigo.
4. Si reconoce que usted es quien tiene mayor culpabilidad, no se quede con la molestia, perdónese a sí mismo y después explique su situación a la otra persona.
5. Considere la existencia de una fuerza superior, con la cual es posible vencer cualquier dolor, renovarse interiormente y seguir adelante.

NO INSISTA


1. No luche contra la realidad, ya no puede cambiar las cosas que sucedieron ayer, pero tiene un presente que puede modificar y un futuro con nuevas oportunidades.
2. No culpe a los demás por sus reacciones. Si se considera ofendido, no sea usted quien responda saliéndose de sus casillas.
3. No se autoengañe insistiendo estar en la posición correcta y creyéndose todas sus ideas, porque podría caer en prejuicios, temores escondidos o caprichos.
4. No enjuicie a los demás presumiendo tener capacidad para analizar la situación y los personajes.
5. No se quede con sentimientos negativos en su interior porque éstos se acumulan y el daño es mayor.


Por Alejandra Cardona/Al Día


Lucas 6:37
No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.


Lucas 7:41-43
Dos hombres le debían dinero a cierto prestamista. Uno le debía quinientas monedas de plata, y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. Ahora bien, ¿cuál de los dos lo amará más? —Supongo que aquel a quien más le perdonó —contestó Simón. —Has juzgado bien —le dijo Jesús.


Efesios 4:32
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.


Colosenses 3:12-14
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.


Mateo 18:15-35
Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Pero si no, lleva contigo a uno o dos más, para que 'todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos'. Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.»Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.»Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Parábola del siervo despiadado

Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:
—Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?
—No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces
—le contestó Jesús—.
»Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al comenzar a hacerlo, se le presentó uno que le debía miles y miles de monedas de oro. Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo lo que tenía, para así saldar la deuda. El siervo se postró delante de él. 'Tenga paciencia conmigo —le rogó—, y se lo pagaré todo.' El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad.
»Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. '¡Págame lo que me debes!' , le exigió. Su compañero se postró delante de él. 'Ten paciencia conmigo —le rogó—, y te lo pagaré.' Pero él se negó. Más bien fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda. Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido. Entonces el señor mandó llamar al siervo. '¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste.33 ¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?' Y enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía. »Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano.

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