martes, junio 30

ENFRENTE SUS DEFECTOS

Hola Gente!!! Como se encuentran??? Yo todavía sin poder colocar Internet en mi casa por eso estoy medio perdida… de veras que extraño las conversaciones, los cambios de información, de vivencias en distintos ámbitos de nuestras vidas con ustedes…
Espero pronto estar activa para interactuar con ustedes una vez mas… los aprecio mucho!!!
Espero este parte del libro de John C. Maxwell El Lado Positivo Del Fracaso, les sea de utilidad y les invito, si tiene la oportunidad lo lean…

Desde acá mis mas sinceros cariños

Claudia

ENFRENTE SUS DEFECTOS
El personaje Jean Valjean en Los Miserables de Víctor Hugo, declaró: «Morir no es nada. Lo horrible es no haber vivido». Así son las personas que niegan sus defectos internos, los ocultan y luego hacen como que no existen. Para contar con una oportunidad de alcanzar su potencial, usted debe saber quién es y enfrentar sus defectos. Permítame ayudarle en esto.

Demos los siguientes pasos:

1. Véase a usted mismo con claridad

El obispo Fulton Sheen regaló este pensamiento: «A la mayoría de nosotros no nos gusta mirar dentro de nosotros por la misma razón que no nos gusta abrir una carta que trae malas noticias». Muchos ven solo lo malo y niegan lo bueno, o ven solo lo bueno y niegan lo malo. Para alcanzar su potencial, usted debe ver ambos.

2. Sea sincero al admitir sus defectos

En el capítulo cinco dijimos que para transformar sus fracasos en victorias usted debe hacerse responsable de sus actos. Pero también debe hacerse responsable por quien es usted como persona. Esto significa reconocer lo que no puede hacer (basado en sus capacidades), lo que no haría (basado en su talento), o lo que no debe hacer (basado en su carácter). Esto no siempre es fácil hacerlo.

3. Descubra con alegría sus capacidades

El siguiente paso en el proceso es trabajar de acuerdo con sus habilidades. Nunca nadie ha hecho realidad sus sueños actuando fuera del área de sus dones. Para superarse, haga bien lo que hace.

4. Desarrolle esas capacidades con pasión

Como Audubon, usted alcanzará la excelencia si desarrolla con entusiasmo las
capacidades que Dios le ha dado. Usted puede alcanzar todo su potencial mañana si se dedica a crecer hoy. Recuerde que para cambiar su mundo, primero debe cambiar usted.

Si no es feliz con su actual trabajo, con la situación de la
familia, o con su vida, busque primero lo que puede cambiar en usted antes de tratar de cambiar sus circunstancias. Y reconozca esto:

No entender lo que usted quiere es un problema de conocimiento.
No tratar de obtener lo que quiere es un problema de motivación.
No lograr lo que quiere es un problema de persistencia.

Si usted sabe quién es, hace los cambios que debe para aprender y crecer, y luego da todo lo que tiene a sus sueños, puede lograr lo que su corazón desee.
Cambie usted, y su mundo cambiará Sam Peeples Jr., dijo: «Las circunstancias de la vida, los acontecimientos de la vida y las personas que me rodean en la vida no me hacen ser lo que soy, sino que revelan la forma en que soy». Tómese algún tiempo para descubrir quién es usted al examinar sus debilidades y virtudes.

Primero, haga una lista de debilidades y defectos:

MIS DEBILIDADES

Observaciones personales:

Observaciones de quienes me rodean:

Observaciones de otras personas:

La debilidad requiere cambio. Si algo que puso en la lista cae en la categoría de actitud o personalidad, necesita hacer una confrontación, como la hizo Linda Eggers. (Quizás demande disculparse, restituir, o cambiar el estilo de vida.) Si una debilidad que puso en la lista tiene que ver con ausencia de talento o habilidad, entonces quizás necesite hacer ajustes en sus prioridades, metas, o en su carrera profesional.

Ahora, piense en sus virtudes. Haga una lista de sus dones, talentos, oportunidades y recursos que usted posee:

MIS VIRTUDES

Talentos:

Habilidades:

Oportunidades:

Recursos:

Adopte un plan que le permita desarrollar sus virtudes y obtener el máximo de su potencial. Recuerde que usted no puede cambiar a menos que cambie desde adentro.

Cambie usted, y todo su mundo cambiará.

viernes, junio 19

El cuadro correcto del éxito

Hola Gente!!! Como les va??? Espero que bien y mejorando día a día… pagando el precio de ir tras la victoria, tras sus sueños!!! Muchas veces un precio difícil de pagar pero seguramente no imposible, difícil no por lograrlo sino por el hecho de tener constancia o tomar la decisión y no claudicar en el camino. Mantenerse en esa senda que nos llevara a cumplir el sueño es la parte mas difícil, por esa razón les envío este articulo, en realidad es parte de un libro de John Maxwell que estoy leyendo estos días… muy muy bueno se los recomiendo, debajo del articulo tienen el nombre del mismo…
Que lo disfruten!!!

Cariños

Claudia


El cuadro correcto del éxito

Entonces, ¿cómo iniciar el viaje del éxito? ¿Qué se necesita para ser exitoso? Se
necesitan dos cosas: el cuadro correcto del éxito y los principios correctos para alcanzarlo.
No hay dos personas que tengan el mismo cuadro de lo que es el éxito porque hemos
sido creados diferentes, somos individuos únicos. Sin embargo, el proceso es el mismo para
todos. Se basa en principios que no cambian. Después de más de veinticinco años de
conocer a gente exitosa y de estudiar el tema, he definido el éxito de la siguiente manera:

Nunca agotará la capacidad de
crecer en pos de su potencial ni
agotará las oportunidades de
ayudar a otros

Éxito es …
Conocer su propósito en la vida,
crecer para alcanzar su máximo potencial, y
sembrar semillas que beneficien a los demás.

Con esta definición usted puede ver por qué el éxito es más un viaje que un destino. No
importa cuánto viva ni lo que haya decidido hacer en la vida, nunca agotará la capacidad de
crecer en pos de su potencial ni agotará las oportunidades de ayudar a otros. Cuando ve el
éxito como un viaje, nunca tendrá el problema de tratar de «llegar» a un engañoso destino
final. Y nunca se encontrará en una posición donde haya alcanzado una meta, solo para
descubrir que aún está insatisfecho y buscando algo más que hacer.

Otro beneficio de enfocarse en el viaje del éxito en lugar de en llegar a un destino o en
lograr una meta es que usted tiene el potencial de ser exitoso hoy. Usted alcanza el éxito en
el mismo momento en que hace el cambio para descubrir su propósito, crecer en su
potencial y ayudar a otros. Usted es exitoso ahora mismo, no es algo que espera lograr
algún día.

Para que pueda captar mejor estos aspectos del éxito, démosle un vistazo a cada uno de
ellos:

Conocer su propósito

Nada puede tomar el lugar del conocimiento del propósito. El millonario industrial
Henry J. Kaiser -fundador de Kaiser Aluminium y del sistema de cuidado de salud Kaiser-
Permanente- dijo: «Hay una abrumadora evidencia que indica que no puedes comenzar a
lograr lo mejor de ti a menos que hayas establecido algún objetivo para tu vida». Dicho de
otro modo, si usted no trata activamente de descubrir su propósito, posiblemente gaste el
resto de su vida cometiendo errores.

Creo que Dios hizo a cada persona con un propósito. Según el psicólogo Víctor Frankl:
«Cada uno tiene su vocación o misión específica en la vida. Cada cual tiene que llevar a
cabo una tarea concreta que exige cumplimiento. En esto la persona no puede ser
reemplazada ni se puede repetir su vida. Por lo tanto, la tarea de cada uno es tan única como
específica la oportunidad para realizarla». Cada uno tiene un propósito para el cual fue
creado. Nuestra responsabilidad -y nuestro mayor gozo- es identificarlo.

A continuación algunas preguntas que usted puede hacerse para identificar su propósito:
¿Qué estoy buscando? Todos tenemos un poderoso deseo en lo profundo de nuestro
corazón, algo que afecta nuestros pensamientos y sentimientos más íntimos, algo que
enciende nuestras almas. Algunas personas, desde niños, tienen una fuerte sensación de lo
que se trata. A otros, les lleva media vida llegar a descubrirlo. Pero no importa lo que sea,
está allí. Usted solo tiene que encontrarlo. (En el próximo capítulo hablaré más sobre el
desarrollo del sueño que tiene en su interior).

¿Por qué fui creado? Cada uno de nosotros es diferente. Nadie más en el mundo tiene
exactamente los mismos dones, talentos, antecedentes o futuro. Esa es una de las razones
por la que sería un grave error tratar de ser alguien distinto a quien usted es.

Piense en su combinación única de capacidades, en los recursos que tiene a su
disposición, en su historia personal y las oportunidades que le rodean. Si identifica
objetivamente estos factores y descubre el deseo de su corazón, habrá hecho mucho por
descubrir su propósito en la vida.

¿Creo en mi potencial? Usted no puede actuar consistentemente en una manera que
contradiga la imagen que tiene de sí mismo. Si no cree tener un potencial, nunca tratará de
ponerlo en funcionamiento. Si no está dispuesto a trabajar para alcanzar su potencial, no
tendrá éxito.

La respuesta a la pregunta
«¿cuándo empiezo?» es AHORA.

Debe tomar en cuenta el consejo del presidente Teodoro Roosevelt, quien dijo: «Haz lo
que puedas, con lo que tienes, donde estás». Si usted hace esto con sus ojos puestos en el
propósito de su vida, ¿qué más se puede esperar de usted?

¿Cuándo empiezo? Algunas personas viven sus vidas de día en día, permitiendo que
otros dicten lo que hacen y cómo deben hacerlo. Nunca tratan de descubrir el verdadero
propósito para su vida. Otros conocen su propósito, sin embargo, nunca actúan en
conformidad con él. Esperan la inspiración, el permiso o la invitación para comenzar. Pero
si esperan mucho, nunca se van a poner en marcha. Así que la respuesta a la pregunta
«¿cuándo empiezo?» es AHORA.

Cómo cultivar su potencial

El novelista H. G. Wells sostuvo que la riqueza, la notoriedad, la posición y el poder no
son de ningún modo una medida para el éxito. La única medida verdadera del éxito es la
relación entre lo que podríamos haber sido y lo que hemos llegado a ser. En otras palabras,
el éxito viene como resultado de la manera en que cultivamos nuestro potencial.

Se ha dicho que nuestro potencial es lo que Dios nos ha regalado, y lo que hacemos con
él es nuestro regalo a Dios. Pero al mismo tiempo, nuestro potencial es probablemente el
recurso sin utilizar más grande que tenemos. Henry Ford señaló: «No hay hombre viviente
que no pueda hacer más de lo que piensa que puede».

Tenemos un potencial casi ilimitado, sin embargo, son muy pocos los que procuran
alcanzarlo. ¿Por qué? La respuesta es: Podemos hacer cualquier cosa, pero no podemos
hacerlo todo. Muchas personas dejan que quienes le rodean decidan su agenda en la vida.
Como resultado, nunca se dedicarán realmente a su objetivo en la vida. Se convierten en
personas de muchos oficios -expertos en ninguno- en lugar de enfocarse en uno solo.
Si esto lo describe mejor de lo que le gustaría, probablemente esté listo para dar los
pasos para hacer un cambio. A continuación hay cuatro principios que lo pondrán en el
camino para cultivar su potencial:

Concéntrese en una meta principal

Jamás nadie ha alcanzado su potencial dividiéndose en veinte direcciones distintas.
Alcanzar su potencial requiere enfoque. Por eso es importante que descubra su propósito.
Una vez ha decidido dónde enfocar su atención, entonces debe decidir a qué cosas debe
renunciar para alcanzarlo. Esto es fundamental. No puede haber éxito sin sacrificio. Las dos
cosas van de la mano. Si quiere lograr poco, sacrifique poco. Si quiere lograr grandes cosas,
esté dispuesto a sacrificar mucho.

2. Concéntrese en un mejoramiento continuo

A David D. Glass -principal oficial ejecutivo de las tiendas Wal-Mart- le preguntaron a
quién admiraba más. Respondió que a Sam Walton, fundador de Wal-Mart. Destacó:
«Desde que lo conocí, nunca hubo un día en su vida que no mejorara en algún sentido».
La dedicación a un progreso continuo es la clave para alcanzar su potencial y tener
éxito. Cada día usted puede ser un poco mejor que ayer. Esto lo coloca a un paso más cerca
de su potencial. También encontrará que lo que obtiene como resultado de su crecimiento
no es tan importante como lo que usted llega a ser a lo largo del camino.

Olvide el pasado

Mi amigo Jack Hayford, pastor de Church on the Way [Iglesia del Camino], de Van
Nuys, California, comentó: «El pasado es un asunto muerto, y no podemos impulsarnos
hacia el mañana si lo llevamos a cuestas». Desdichadamente, eso es lo que mucha gente
hace. Y como resultado, nunca progresan.

Me gusta la actitud de Cyrus Curtis, ex propietario del Saturday Evening Post. En su
oficina tenía un letrero que decía: «El ayer terminó anoche». Era un recordatorio para él y
para sus empleados de que el pasado había quedado atrás y que debían mirar solo hacia
adelante.

Quizás usted haya cometido muchos errores o haya tenido un pasado con muchos
obstáculos y especialmente difícil. Ábrase camino a través de ellos y avance. No permita
que el pasado le impida alcanzar su potencial.

Si necesita inspiración, piense en personas que vencieron obstáculos aparentemente
insuperables, como Booker T. Washington. Booker nació en esclavitud, y se le negaron los
recursos que la sociedad blanca tenía a su disposición, pero él nunca permitió que esto le
impidiera buscar su potencial. Fundó el Instituto Tuskegee, y la National Black Business
League [Alianza Nacional para Asuntos de los Negros]. Washington dijo: «Aprendí que el
éxito debe ser medido no por la posición que uno haya alcanzado en la vida sino por los
obstáculos que se hayan superado tratando de tener éxito».

Piense en Hellen Keller, quien perdió la vista y la audición a los diecinueve meses de
edad. Venció sus graves incapacidades, logró graduarse del Colegio Radcliffe, se hizo
escritora, una reconocida conferencista, y heroína para las personas ciegas.

Piense en Franklin Delano Roosevelt. En 1921, a los treinta y nueve años, sufrió de una
caso grave de poliomielitis que lo dejó inválido y sumido en un terrible sufrimiento. Nunca
más pudo caminar sin ayuda. Pero esto no le impidió avanzar en la búsqueda de su
potencial. Ocho años después fue gobernador de Nueva York, y en 1932, fue elegido
presidente de los Estados Unidos.

Sin duda usted puede pensar en otras personas que han vencido tragedias o errores del
pasado para alcanzar su propio potencial. Quizás hasta conozca a alguien que luchó contra
la adversidad hasta alcanzar el éxito. Permita que ellos le inspiren. No importa lo que haya
tenido que enfrentar en el pasado, usted tiene el potencial para vencerlo.

Concéntrese en el futuro

Yoghi Berra, miembro del Salón de la Fama del Béisbol, dijo: «El futuro no es lo que
solía ser». Aunque quizás esto sea cierto, es todavía el único sitio adonde podemos ir. Su
potencial está delante de usted, así tenga ocho, dieciocho, cuarenta y ocho u ochenta años.
Todavía tiene espacio para mejorar. Mañana usted puede ser mejor de lo que es hoy. Como
dice el proverbio: «El que no mira hacia adelante, se queda atrás».

Siembre semillas que beneficien a otros

Cuando usted conoce el propósito de su vida y está creciendo para alcanzar su máximo
potencial, está en camino a ser exitoso. Pero hay una parte esencial en el viaje al éxito:
ayudar a otros. Sin este aspecto, el viaje puede ser una experiencia solitaria y superficial.

Nos ganamos la vida con lo que
recibimos, pero hacemos la vida
con lo que damos

Se ha dicho que nos ganamos la vida con lo que recibimos, pero hacemos la vida con lo
que damos. El médico, teólogo y filósofo Albert Schweitzer lo afirmó con mayor ímpetu:
«El propósito de la vida humana es servir, mostrar compasión y ayudar a los demás». Para
él, el viaje al éxito lo llevó a África, donde sirvió por muchos años.

En su caso, quizás el sembrar semillas que beneficien a otros no significará viajar a otro
país para servir a los pobres; a menos que este sea el propósito para que el que usted nació.
(Y si es así, no estará satisfecho hasta que lo esté haciendo). Sin embargo, si usted es como
la mayoría de las personas, ayudar a otros es algo que puede hacer en su propia nación, sea
pasando más tiempo con su familia, ayudando al desarrollo de un empleado que muestra
potencial, ayudando a personas en su comunidad, o posponiendo sus deseos por amor a su
equipo de trabajo. La clave es encontrar su propósito y ayudar a otros mientras procura
cumplirlo. El animador Danny Thomas insistía en que «todos hemos nacido por una razón,
pero no todos descubrimos el porqué. El éxito en la vida nada tiene que ver con lo que
ganas en ella o logras para ti. Es lo que haces por los demás».

El viaje del éxito no se verá igual para todos pues el cuadro del éxito es diferente para
cada persona. Pero los principios usados para emprender el viaje no cambian. Se pueden
aplicar en el hogar, en la escuela, en la oficina, en el campo de juego y en la iglesia. De eso
trata el resto de este libro: los principios que pueden ayudarle a conocer su propósito, a
crecer en su potencial y a sembrar semillas que beneficien a los demás. No importa dónde
se encuentre ahora. Usted puede aprender y aplicar estas ideas. ¡Puede ser exitoso hoy!

JOHN C. MAXWELL
El Lado Positivo del Fracaso

sábado, junio 13

El Poder de la Palabra Hablada

Hola Gente!!! Como se encuentran? Espero que disfrutando de cosas buenas… ayer hubo visitas en la casa de mi hija y comentaban que les hacia falta esto y aquello para ser felices y no se daban cuenta de todo lo bueno que tenían, así que espero de todo corazón que estés disfrutando de todo eso bueno que hoy tenes mañana es otro día y quizás ese nuevo día te traiga mas cosas buenas… la Biblia dice vence con lo bueno lo malo, así que mejor que vencer las cosas malas que nos sucedan disfrutando, agradeciendo y reconociendo las cosas buenas? Esta actitud le quita lugar a la desesperación, angustia y depresión que te da pensar constantemente en las cosas malas y te saca del pozo donde te enterras cada minuto que pensas en ellas.

Tener un pensamiento positivo es tener una soga o escalera que te saca del pozo de desesperación, esa desesperación que te da al vivir con el pensamiento en las cosas malas o las cosas que te faltan y no poner la mira en las cosas que tenes y en como pode salir de las cosas que no te gradan o el como poder alcanzar las cosas que te faltan… esos pensamientos son una mirada hacia arriba, hacia la salida, hacia el sueño que te llevara siempre, siempre hacia delante, donde encontraras las oportunidades para alcanzarlos.

Este articulo habla algo sobre este tema, una de las cosas que vencen lo malo es pensar en las cosas buenas, pensar en positivo… no solo te sirve a vos sino a los que te rodean y aunque no lo creas el pensar positivo te hace hablar positivamente y eso te abre puertas… esas mismas puertas que estas esperando se abran para encontrar mas cosas buenas que te alegren la vida y la de todos los tuyos!!!

Cariños

Claudia

El Poder de la Palabra Hablada

Proactividad en acción

Lo que el hombre piense de sí mismo en su corazón, esa será la percepción que los demás tendrán de él. Todo en la vida es cuestión de actitud. Es comprender que las cosas no sólo dependen del exterior, sino de las interpretaciones que tengamos de nuestro propio mundo interior.

Cada palabra que pronunciamos es sin duda un DECRETO, pues la palabra no es otra cosa que la expresión del pensamiento, de los sentimientos, del yo interior. Cuando una persona está bien consigo misma, cuando sus estados mental y espiritual están sincronizados y actúan en armonía, las palabras que salgan de sus labios, difícilmente se hallarán pigmentadas de odio, rencor y pesimismo, porque no estará en disposición de generar este tipo de manifestaciones. En cambio, cuando un individuo es internamente pobre, cuando su mundo interior es un volcán en erupción donde la armonía no tiene cabida, sus pensamientos manifestados a través de la palabra, harán honor a su estado mental, y con gran maestría y facilidad será proclive a volcar sobre sí mismo, y los demás, una avalancha de expresiones cargadas de negativismo, de impropiedades, de destemplanzas.

Sin duda alguna, en nuestro diario transitar, por los distintos senderos de la vida, tanto en lo individual como en lo profesional, nos encontramos con personas que se han tomado la misión de restarle espacio a la alegría, al amor, a la energía positiva. Pareciera que les molesta, les exacerba que hayan seres felices, seres capaces de comprender que los problemas son del tamaño de la visión que tengamos de ellos, que las situaciones desdichadas se ajustan a la dimensión de la mirada de cada cual, que ante todo hecho negativo o no deseable, podamos inferir rasgos positivos o un aprendizaje.

Cuando alguien habla, dice quién es, se describe ante los ojos de los otros, desnuda su espíritu y se construye o se destruye a sí mismo, porque la palabra puede acariciar como el más dulce beso, pero también puede herir profundamente como la más filosa espada, puede alentar como el más fraternal abrazo o hacer desmoronar al más estoico de los mortales.

En tal sentido, si queremos vivir en armonía este fugaz intervalo de vida con nosotros mismos y con las personas que nos rodean, debemos tratar de hacer EL MEJOR uso de la palabra, evitar expresiones que vayan en detrimento del crecimiento espiritual, pues somos mayormente energía, y los pensamientos que se escapen de nuestros labios serán la medida de nuestra condición humana. Tratemos de que nuestra manifestación verbal sea ciento por ciento positiva, hagamos un esfuerzo diario por cancelar todos aquellos rastros de negatividad que nos aborden. Cuando no tengamos nada positivo que decir de otra persona, entonces es mejor callar, porque qué fácil brotan de algunos labios frases con la intención de herir, como emerge del fango el mal olor que la propia tierra no puede resistir, palabras que empequeñecen a quien las osa decir, ya que nacen de un alma sórdida e infeliz, donde no tiene cabida la alegría donde no se alberga el perdón, donde no habita la magia y se encuentra ausente la humildad y la comprensión.

Dice un proverbio que a las palabras “se las lleva el viento”. Eso tal vez es cierto, o quizás la mayor insulsez, pero siempre dejan bien marcadas sus huellas. Ellas tienen su tiempo y su lugar, y como hablantes debemos utilizarla con la mayor propiedad y sindéresis.

A QUIÉN GRITA, Y USA LA PALABRA PARA DOMINAR, SE LE TEME O SE LE OBEDECE, MÁS NO SE LE RESPETA.

Vianney Vallenilla

viernes, junio 5

Cómo Suprimir las Preocupaciones y Disfrutar de la Vida

Hola gente!!! Como están todos?? Espero se encuentren mas que bien, por mi parte volví a mi país y con mis hijas… estoy re contenta, con todas las expectativas de cómo encarar o lo que va a suceder acá en cuanto a trabajo… sabemos como esta todo pero también creo que Dios es dios de los imposibles.
El ultimo tiempo en Alemania estaba preocupada por la falta de dinero para volver y como iba a hacer con el equipaje y con el vehiculo que me llevara de Ezeiza a la plata… parece una tornera pero nadie podía irme a buscar y con el dinero no llegaba… les cuento a ultimo momento un amigazo me fue a buscar y cuando le quise pagar me dijo que no que no hacia falta… todo mi preocupación fue en vano Dios ya tenia todo preparado con, en este caso, persona agradecida por todos los mails y palabras de aliento que ha recibido desde a través mío. Siempre hay personas agradecidas que nos dan una mano y que mano me dio ami en ese momento!!! Gracias Danny!!!!
También estuve preocupada como la gente se mete a romper lazos familiares, en especial entre mis hijas y yo, y cuando llegue acá, a casa mis hijas me han apoyado y han contestado a esa agresión de una manera muy adulta de la cual estoy mas que orgullosa… y también me preocupe en vano… así que busque en un libro que estoy leyendo esta parte para enviarles… que les sirva como me sirvió a mi…
Mis cariños desde casa para todos ustedes!!!
Claudia

Datos Fundamentales que debe saber Acerca de la Preocupación

Viva en "Compartimientos Estancos”

En la primavera de 1871 un joven tomó un libro y leyó veintidós palabras que
tuvieron un profundo efecto en su futuro…

Su nombre es Sir William Osler. Aquí están las veintidós palabras que leyó en
la primavera de 1871, las veintidós palabras de Thomas Carlyle que le ayudaron a
vivir libre de preocupaciones: "Lo principal para nosotros es no ver lo que se halla vagamente a lo lejos, sino lo que está claramente a mano".

Cuarenta y dos años después Sir William Osler habló a los estudiantes de la
Universidad de Yale declaró que su cerebro no era especial que esto era
inexacto. Dijo que sus más íntimos amigos sabían que su cerebro era "de la
naturaleza más mediocre".

¿Cuál era, entonces, el secreto de su triunfo? Manifestó que éste era debido a
lo que llamó vivir en "compartimientos estancos". ¿Qué quería decir con esto?
Pocos meses antes de hablar en Yale, Sir William Osler había cruzado el Atlántico
en un gran paquebote donde el capitán, de pie en el puente, podía apretar un
botón y, ¡zas!, se producía un estrépito de maquinaria y varias partes del barco
quedaban aisladas entre ellas, aisladas en compartimientos estancos. Y el Dr.
Osler dijo a los estudiantes: "Ahora bien, cada uno de vosotros es una
organización mucho más maravillosa que el gran paquebote, y efectúa un viaje
más largo. Lo que os pido es que aprendáis a manejar la maquinaria que os permita vivir en compartimientos estancos al día, como el mejor modo de
garantizar la seguridad del viaje. Subid al puente y comprobad si por lo menos los
grandes mamparos funcionan bien. Apretad el botón y escuchad, en todos los
niveles de vuestra vida, las puertas de hierro que cierran el Pasado, los ayeres
muertos. Apretad otro botón y cerrad, con una cortina metálica, el Futuro, los
mañanas que no han nacido. Así quedaréis seguros, seguros por hoy... ¡Cerrad el
pasado! Dejad que el pasado entierre a sus muertos. Cerrad los ayeres que han
apresurado la marcha de los necios hacia un triste fin... Llevar hoy la carga de
mañana unida a la de ayer hace vacilar al más vigoroso. Cerremos el futuro tan
apretadamente como el pasado... El futuro es hoy... No hay mañana. El día de la
salvación del hombre es aquí, ahora. El despilfarro de energías, la angustia mental
y los desarreglos nerviosos estorban los pasos del hombre que siente ansiedad
por el futuro... Cerrad, pues, apretadamente, los mamparos a proa y a popa y
disponeos a cultivar el hábito de una vida en compartimientos estancos al día".

¿Quiso decir acaso el Dr. Osler que no debemos hacer esfuerzo alguno para
preparar el futuro? No. En absoluto. Pero continuó diciendo en ese discurso que el
mejor modo de prepararse para el mañana es concentrarse, con toda la
inteligencia, todo el entusiasmo, es hacer soberbiamente hoy el trabajo de hoy. Es
éste el único modo en que uno puede prepararse para el futuro.

Sir William Osler invitó a los estudiantes de Yale a comenzar el día con la
oración de Cristo: "Danos hoy el pan nuestro de cada día".

Recordemos que esta oración pide el pan solamente para hoy. No se queja del
pan rancio que comimos ayer y no dice tampoco: " ¡Oh, Dios mío! Ha llovido muy
poco últimamente en la zona triguera y podemos tener otra sequía. Si es así,
¿cómo podré obtener mi pan el próximo otoño? O supongamos que pierdo mi
empleo... ¡Oh, Dios mío! ¿Cómo podré conseguir entonces mi pan cotidiano?"
No, esta oración nos enseña a pedir solamente el pan de hoy. El pan de hoy
es el único pan que se puede comer.

Hace años un filósofo sin un centavo deambulaba por un país pedregoso
donde las gentes se ganaban la vida de modo muy duro. Un día se congregó una
multitud a su alrededor en una altura. Y el filósofo pronunció lo que constituye
probablemente el discurso más citado de todos los tiempos: "No os cuidéis, pues,
del mañana, porque el mañana cuidará de sus propias cosas. Cada día trae su
afán".

Muchos han rechazado estas palabras de Jesús: "No os cuidéis del mañana".
Han rechazado estas palabras como un consejo de perfección, como cosa de
misticismo oriental. Y dicen: "Tengo que cuidarme del mañana.

Tengo que asegurarme para proteger a mi familia. Tengo que ahorrar dinero
para mi vejez. Tengo que establecer planes y prepararme para salir adelante".
¡Claro que sí! Ello es indudable. Lo que pasa es que esas palabras de Jesús,
traducidas hace más de trescientos años, no significan hoy lo que significaban
durante el reinado del Rey Jacobo. Hace trescientos años la palabra cuidado
significaba frecuentemente ansiedad. Las versiones modernas de la Biblia citan a
Jesús con más exactitud al decir: "No tengáis ansiedad por el mañana".
Hay que cuidar del mañana por todos los medios, meditando, proyectando y
preparándose. Pero sin ansiedades.

Durante la guerra, nuestros jefes militares proyectaban para el mañana, pero
no podían permitirse el dejarse ganar por la ansiedad. El almirante Emest J. King,
que mandó la Marina de los Estados Unidos, dijo: "He proporcionado los mejores
hombres con los mejores equipos y les he señalado la misión que parece más
acertada. Es todo, lo que puedo hacer". Y continuó: "Si hunden a uno de nuestros
barcos, no puedo ponerlo a flote. Si está destinado a hundirse, no puedo evitarlo.

Vale mucho más que dedique mi tiempo a los problemas de mañana que a
enojarme con los de ayer. Además, si dejo que estas cosas se apoderen de mí, no
duraré mucho tiempo".

En paz o en guerra, la principal diferencia entre el modo de pensar bueno y el
malo radica en esto: el buen pensar examina las causas y los efectos y lleva a
proyectos lógicos y constructivos; el mal pensar conduce frecuentemente a la
tensión y a la depresión nerviosa.

Tuve el privilegio de visitar a Arthur Hays Sulzberger (1935-1961), editor de
uno de los más famosos diarios del mundo, The New York Times. Sulzberger me
dijo que, cuando la segunda guerra mundial envolvió a toda Europa, quedó tan
aturdido, tan preocupado por el futuro, que apenas podía dormir. Se levantaba
muchas veces a media noche, tomaba unas telas y unas pinturas, se miraba a un
espejo e intentaba retratarse. No sabía nada de pintura, pero pintaba de todos
modos, a fin de borrar de su espíritu las preocupaciones. Sulzberger también me
dijo que nunca fue capaz de conseguir esto y encontrar la paz hasta que adoptó
un lema de cinco palabras de un himno religioso:

Un paso me es bastante.

Conduce, amable Luz...
Mi guia tú serás, que lo distante
no quiero ver; un paso me es bastante.

Hacia aquella misma época, un joven de uniforme - en algún punto de Europa
- estaba aprendiendo la misma lección. Se llamaba Ted Bengermino y era de
Baltimore, Maryland. Estaba muy preocupado y cayendo en un caso agudo de
agotamiento de combatiente.

Ted Bengermino escribe: "En abril de 1945 mis preocupaciones habían
provocado lo que los médicos llaman un 'colon transverso espasmódico'. Es un
estado que causa un intenso sufrimiento. Si la guerra no hubiese acabado cuando
acabó, tengo la seguridad de que mi derrumbamiento físico hubiera sido completo.

"Mi agotamiento era total. Era suboficial a cargo del registro de sepulturas de
la 94a. División de Infantería. Mi función consistía en ayudar a organizar y
conservar los registros de los muertos, los desaparecidos y los hospitalizados.

…………………………………………………………………………………………….

Estaba tan preocupado y agotado que perdí más de quince kilos. Era un
verdadero frenesí y me sentía fuera de quicio. Me miraba a las manos, que
apenas eran más que pellejo y huesos. Estaba aterrado ante la idea de volver a
casa convertido físicamente en una ruina. Me sentía deprimido y lloraba como un
chiquillo. Estaba tan trastornado que las lágrimas me brotaban en cuanto me veía
a solas. Hubo un período poco después de iniciada la Batalla de la Saliente en que
lloraba con tanta frecuencia que casi abandoné la esperanza de volver a
considerarme un ser humano normal.

'Terminé en un dispensario del Ejército. Un médico militar me dio consejos que
cambiaron mi vida por completo. Después de hacerme un examen físico detenido me dijo que mi enfermedad era mental. Me dijo esto: Ted, quiero que se diga usted que su vida es como un reloj de arena. Usted sabe que hay miles de granos de arena en lo alto de tales artefactos y que estos granos pasan lentamente por el estrecho cuello del medio. Ni usted ni yo podríamos hacer que los granos pasaran más de prisa sin estropear el reloj. Usted, yo y cualquier otro somos como relojes de arena. Cuando empezamos la jomada, hay ante nosotros cientos de cosas que sabemos que tenemos que hacer durante el día, pero, si no las tomamos una a una y hacemos que pasen por el día lentamente y a su debido ritmo, como pasan los granos por el estrecho cuello del reloj de arena, estamos destinados a destruir nuestra estructura física o mental, sin escapatoria posible'.

"He practicado esta filosofía en todo instante desde que un médico militar me
la proporcionó. 'Un grano de arena cada vez... Una tarea cada vez.' Este consejo
me salvó física y mentalmente durante la guerra y también me ha ayudado en mi
situación presente en la profesión
…………………………………………………………………………………………….…

Uno de los comentarios más aterradores sobre nuestro actual modo de vida es
recordar que la mitad de las camas de nuestros hospitales están ocupadas por
pacientes con enfermedades nerviosas y mentales, por pacientes que se han
derrumbado bajo la abrumadora carga de los acumulados ayeres y los temidos
mañanas. Sin embargo, una gran mayoría de estas personas estarían paseándose
hoy por las calles, llevando vidas felices y útiles, con sólo haber escuchado las
palabras de Jesús: "No tengáis ansiedad por el mañana"; o las palabras de Sir
William Osler: "Vivid en compartimientos estancos".

Usted y yo estamos en este instante en el lugar en que se encuentran dos
eternidades: el vasto pasado que ya no volverá y el futuro que avanza hacia la
última sílaba del tiempo. No nos es posible vivir en ninguna de estas dos
eternidades, ni siquiera durante una fracción de segundo. Pero, por intentar
hacerlo, podemos quebrantar nuestros cuerpos y nuestros espíritus. Por tanto,
contentémonos con vivir el único tiempo que nos está permitido vivir: desde ahora
hasta la hora de acostarnos. "Todo el mundo puede soportar su carga, por pesada
que sea, hasta la noche. Todo el mundo puede realizar su trabajo, por duro que
sea, durante un día. Todos pueden vivir suavemente, pacientemente, de modo
amable y puro, hasta que el sol se ponga. Y esto es todo lo que la vida realmente
significa". Así escribió Robert Louis Stevenson.

Sí, esto es todo lo que la vida exige de nosotros, pero la señora E. K. Shield,
de Saginaw, Michigan, fue llevada a la desesperación - y hasta el borde del
suicidio - antes de que aprendiera a vivir sólo hasta la hora de acostarse. La
señora Shield me contó su historia y habló de este modo: "En 1937 perdí a mi
marido. Estaba muy deprimida y casi sin un centavo. Escribí a mi anterior patrón
…………… y conseguí que me devolvieran mi antiguo empleo. Anteriormente me había ganado la vida vendiendo libros escolares a las juntas de enseñanza urbanas y rurales. Había vendido mi coche dos años antes, cuando mi marido cayó enfermo, pero me las arreglé y arañé el suficiente dinero para pagar la cuota de un coche de segunda mano, lo que me permitió vender libros de nuevo.

"Pensé que volver a las carreteras me ayudaría a vencer mi depresión, pero
conducir y comer a solas resultó, superior a mis fuerzas. Parte de mi territorio no
producía mucho y tenía dificultades para pagar las cuotas del coche, aunque eran
muy pequeñas.

"En la primavera de 1938 estaba trabajando por el contorno de Versailles,
Missouri. Las escuelas eran pobres y los caminos malos; estaba tan solitaria y
desalentada que llegué a pensar en el suicidio. Me parecía que el triunfo era
imposible. Mi vida no tenía finalidad. Me asustaba el despertarme cada mañana
para enfrentar la existencia. Tenía miedo de todo: de no poder pagar las cuotas
del coche, de retrasarme en los alquileres de mi habitación, de no tener lo
suficiente para comer. Temía que mi salud se quebrantara y que careciera de
dinero para llamar al médico. Lo que me impedía suicidarme era pensar en la
pena que causaría a mi hermana y en que no habría dinero para pagar mi entierro.

"Pero un día leí un artículo que me sacó de mi desaliento y me dio el valor de
vivir. Nunca dejaré de agradecer a una inspirada frase de este artículo. Decía:
'Cada día es una nueva vida para el hombre sabio'. Copié esta frase y la coloqué
en el parabrisas de mi automóvil; allí podía verla mientras conducía. Encontré que
no resultaba tan duro vivir un solo día cada vez. Aprendí a olvidar los ayeres y a no pensar en los mañanas. Cada mañana, me decía: Hoy es una nueva vida.

"Había conseguido vencer mi miedo a la soledad, mi miedo a la pobreza.

Ahora soy feliz y prospero bastante; poseo entusiasmo y tengo amor a la vida.
Ahora sé que no debo nunca tener miedo, con independencia de lo que la vida me
pueda reservar. Ahora sé que no debo temer al futuro. Ahora sé que debo vivir un
día cada vez y que cada día es una nueva vida para el hombre sabio."

¿De quién se creerá que son los versos que siguen?

Feliz es sólo el hombre bien templado
que de hoy se hace dueño indiscutido,
que al mañana increparle puede osado:
"extrema tu rigor, que hoy he vivido".

Estas palabras parecen modernas, ¿no es así? Sin embargo, fueron escritas
treinta años antes de que naciera Cristo por el poeta romano Horacio.

Una de las cosas más trágicas acerca de la naturaleza humana que yo
conozca es la tendencia de todos nosotros a escapar de la vida. Todos soñamos
con un mágico jardín de rosas que vemos en el horizonte, en lugar de disfrutar de las rosas que florecen al pie de nuestras ventanas.

Cabe preguntarse: ¿Por qué somos tan necios, tan trágicamente necios?
Stephen Leacock escribió: " ¡Qué extraña es nuestra breve procesión por la
vida! El niño dice: Cuando sea un chico grande. Pero ¿qué es eso? El chico
grande dice: Cuando sea mayor. Y el mayor dice: Cuando me case. Pero ¿qué es
ser casado, en fin de cuentas? El pensamiento cambia a: Cuando pueda retirarme.
Y después, cuando llega el retiro, se vuelve la vista hacia el paisaje atravesado;
parece correr por él un viento frío. Hay algo que no se ha logrado y que
desaparece. La vida, según lo aprendamos demasiado tarde, está en vivir, en el
tejido de cada día y cada hora".

El extinto Edward S. Evans, de Detroit, casi se mató con sus preocupaciones
antes de comprender que la vida está "en vivir, en el tejido de cada día y cada
hora". Criado en la pobreza, Edward Evans ganó su primer dinero vendiendo
periódicos y después trabajó como empleado de un tendero. Más adelante, con
siete bocas que alimentar, consiguió un empleo de ayudante de bibliotecario. La
paga era ínfima, pero tenía miedo de abandonar la colocación. Pasaron ocho años
antes de que se decidiera a proceder por su cuenta. Pero, una vez decidido,
organizó con una inversión original de cincuenta y cinco dólares tomados a
préstamo un negocio que le procuraba veinte mil dólares anuales. Después vino
una helada, una helada terrible. Avaló un fuerte pagaré de un amigo y el negocio
de éste quebró. Tras este desastre vino otro: el Banco donde tenía todo su dinero
se hundió. No solamente perdió Evans cuanto tenía, sino que quedó con una
deuda de dieciséis mil dólares. Sus nervios no podían resistir. Y me contó: "No
podía ni dormir ni comer. Era una enfermedad extraña. Las preocupaciones y
nada más que las preocupaciones provocaron esta enfermedad. Un día, cuando
iba calle abajo, me desmayé y caí en la acera. Ya no podía caminar. Me metieron
en la cama y mi cuerpo se llenó de diviesos. Estos diviesos avanzaban hacia
dentro, y permanecer en la cama se convirtió en una agonía. Cada día estaba mas
débil. Finalmente el médico me dijo que sólo tenía dos semanas más de vida.

Quedé aterrado. Concentré toda mi voluntad y, tendido en el lecho, esperé mi fin.
No había ya motivo para luchar o preocuparse. Me abandoné con profundo alivio y
me dormí. No había dormido dos horas seguidas desde hacía semanas, pero,
ahora, con mis problemas terrenales tocando a su término, dormí como una
criatura. Mi agotamiento comenzó a desaparecer. Volvió mi apetito. Recuperé
peso.

"Unas cuantas semanas después pude caminar con muletas. Y mes y medio
después pude volver a trabajar. Había estado ganando veinte mil dólares por año; ahora me tenía que contentar con un empleo de treinta dólares semanales. Mi
nuevo empleo consistía en vender tarugos que se colocan detrás de las ruedas de
los automóviles cuando éstos son cargados. Tenía ya aprendida la lección. Se
habían acabado las preocupaciones para mí; ya no me lamentaba de lo sucedido
en el pasado; ya no tenía miedo del futuro. Concentré mi tiempo, mi energía y mi
entusiasmo en la venta de esos tarugos."

Edward S. Evans subió ahora muy de prisa. En pocos años llegó a presidente
de la compañía. Su compañía - la Evans Product Company - lleva ya mucho
tiempo incluida en las cotizaciones de la Bolsa de Nueva York. Si alguna vez van
ustedes por aire a Groenlandia, cabe que aterricen en el aeropuerto de Evans, un
aeropuerto nombrado en su honor. Pero Edward S. Evans no hubiera conseguido
estos triunfos si no hubiese aprendido a vivir en "compartimientos estancos".

Hasta el gran filósofo francés, Montaigne, cometió ese error. "Mi vida - dijo - ha
estado llena de terribles desdichas, la mayoría de las cuales nunca ocurrieron." Lo
mismo me ha pasado a mí... y a ustedes.

"Pensad - dijo Dante - que este día nunca volverá a amanecer." La vida se
desliza con increíble rapidez. Nos precipitamos a través del espacio a más de
treinta kilómetros por segundo. Hoy es nuestra posesión más valiosa. Es lo único
de que somos realmente dueños.

Tal es la filosofía de Lowell Thomas. Recientemente pasé un fin de semana en
su granja; observé que tenía en un marco que colgaba de la pared en su puesto
de radiotransmisión, en forma que pudiera siempre verlas, las siguientes palabras
del Salmo CXVIII:

Este es el día hecho por el Señor;
regocijémonos y alegrémonos en él.

John Ruskin tenía sobre su mesa una simple piedra en la que estaba grabada
una palabra: HOY. Y si yo no tengo una piedra sobre mi mesa, tengo pegado en
mi espejo un poema que leo todas las mañanas al afeitarme, un poema que Sir
William Osler siempre tenía a la vista, un poema escrito por el famoso dramaturgo
indio Kalidasa:

SALUTACIÓN AL ALBA

¡Mira a este día!
Porque es la vida, la mismísima vida de la vida. En su
breve curso están todas las verdades y realidades de tu existencia:
La bendición del desarrollo,
la gloria de la acción,
el esplendor de las realizaciones... Porque el ayer
es sólo un sueño y el mañana sólo una visión, pero el
hoy bien vivido hace de todo ayer un sueño de felicidad
y de cada mañana una visión de esperanza.
¡Mira bien, pues, a este día! Tal es la
salutación del alba.

Por tanto, la primera cosa que se debe saber acerca de la preocupación es
ésta: si quiere usted que no entre en su vida, haga lo que Sir William Osler hizo:

1. Cierre las puertas de hierro al pasado y al futuro. Viva en compartimientos
estancos al día.
¿Por qué no se formula usted estas preguntas y escribe sus respuestas?

1. ¿Tiendo a huir de la vida presente con el fin de preocuparme por el
futuro o añoro algún "mágico jardín de rosas que veo en el horizonte"?

2. ¿Amargo a veces mi presente lamentándome de cosas que sucedieron
en el pasado, de cosas que terminaron y no tienen remedio?

3. ¿Me levanto por la mañana dispuesto a "tomar el día", a sacar el
máximo provecho de estas veinticuatro horas?

4. ¿Puedo conseguir más cosas de la vida "viviendo en compartimientos
estancos al día"?

5. ¿Cuándo comenzaré a hacer esto? ¿La semana próxima? ¿Mañana?
¿Hoy?


Dale Carnegie „Cómo Suprimir las Preocupaciones y Disfrutar de la Vida“