viernes, octubre 24

Cómo vencer angustias y temores

Hola Gente!!! Encontré este articulo y me gusto mucho, solo que es largo así que se los iré enviando por partes…

Cuando leen las cosas que les envío por ahí no están del todo de acuerdo, por esta razón les quiero decir que tomen lo que crean les sirva para vivir mejor.

La Biblia dice “escudriñarlo todo y retener lo bueno” así que con cada cosa que les envíe hagan eso, no todos estamos en la misma situación, cada uno pasa por diversos momentos, por esto, solo tomen lo que necesiten para estar mejor y lo demás déjenlo correr y así con todo en la vida, tomen lo que necesiten para el día de hoy, ya Dios proveerá para mañana.

Como en la antigüedad… el pueblo judío debían recoger el mana solo para ese mismo día, cuando recogían ese mismo día doble porción, guardando para el otro día, al otro día ese mismo mana estaba podrido…

Así que vivamos el hoy, planeando el mañana, ya que no sabremos si viviéremos o moriremos, eso solo lo sabe Dios.

Cada día tiene su propio afán, así que vivamos cada día superándonos, creciendo para vivir felices. Disfrutemos de las cosas que hoy tenemos sin afanarnos por las que no alcanzamos todavía… y planeando, no afanándonos, por las que vamos a vivir mañana…

Cariños



Claudia



Cómo vencer angustias y temores



CONTENIDO



I. ¿QUE ES LA ANGUSTIA?


II. SÍNTOMAS DE LA ANGUSTIA
A. Sensación de peligro inminente
B. Impresión de desorganización o impotencia
C. Sensación de irrealidad
D. Síntomas físicos


III. CAUSAS DE LA ANGUSTIA
A. No tener un sentido profundo por qué vivir
B. Traumas, educación negativa y frustraciones
a temprana edad
C. Cultivo de miedos irracionales



IV. LOS MIEDOS
A. Miedo al fracaso
B. Miedo al rechazo
C. Miedo al futuro
D. Miedo al pasado
E. Miedo al qué dirán
F. Miedo al éxito
G. Miedo al ridículo
H. Miedo a la enfermedad
I. Miedo al dolor
J. Miedo a la vejez
K. Miedo a la muerte
L. Miedo obsesivo a Dios
M. Miedo a perder algo importante
N. Miedo a fantasmas
O. Miedo a uno mismo

V. CONSEJOS PARA PREVENIR LA ANGUSTIA



1. ¿QUE ES LA ANGUSTIA?


La angustia se define como una intranquilidad o desazón ante un peligro o una desgracia, acompañada de un sufrimiento intenso. La angustia es una reacción profunda en el ser con manifestaciones físicas a situaciones o causas que realmente no tienen por qué provocar esa reacción.

El ser humano en realidad es muy flexible y tiene una gran capacidad para soportar problemas, que incluso es mayor de lo que él cree. Puede ser golpeado de muchas maneras por la vida y permanecer en pie ante cualquier circunstancia, si tiene razones profundas por las que vivir y morir. Si una persona encuentra razones concretas por qué vivir y luchar, puede experimentar, sufrir y aguantar toda clase de sufrimientos y dolores, más allá quizás de ciertos parámetros establecidos, y permanecer firme para superar las situaciones en las que se encuentra.

II. SÍNTOMAS DE LA ANGUSTIA


Las personas que sufren crisis de angustia pueden tener uno o más de los siguientes síntomas:

A. Sensación de peligro inminente
La persona siente una sensación de que está en peligro inminente, sin que exista una situación u objeto amenazante.

B. Impresión de desorganización o impotencia
La persona tiene la impresión de que no puede hacer absolutamente nada en contra del miedo que siente. Se siente impotente ante la situación que le amenaza.

C. Sensación de irrealidad
La persona admite que lo que siente es realmente absurdo, pero sigue sintiendo la misma sensación de angustia ante la cual no puede hacer nada. O sea, la persona sabe que es absurdo pero cree que es verdad.

D. Síntomas físicos
En una crisis de angustia, la persona puede sentir uno o más de los siguientes síntomas físicos:

1. Palidez, jadeo, temblor, sudor o palpitaciones
2. Sensación de que algo le oprime y le hace mucho daño
3. Dificultad para respirar
4. Confusión y agitación como si estuviera inmersa en una especie de niebla
5. Inamovilidad y paralización, a la espera de una catástrofe inminente y presa de un pánico incontrolable
6. Apariencia ante los demás como si estuviera loco o fingiendo el malestar que siente
Sin embargo, las crisis de angustia son reales, auténticas y los que la padecen sufren terriblemente. La situación de crisis puede empeorar considerablemente si se mezcla con licor o drogas.


III. CAUSAS DE LA ANGUSTIA


Los sentimientos de angustia pueden ser causados por las siguientes situaciones:


A. No tener un sentido profundo por qué vivir
Cuando el ser humano está desorientado, no tiene claro por qué vive o sufre, no tiene metas definidas ni encuentra sentido a su vida y sufre sin saber por qué. En este estado, lo atacan fácilmente miedos irracionales y toda su energía vital, su fuerza interna profunda, que en sí es positiva y buena porque viene de Dios, se diluye y se diversifica y la persona no puede gobernar su propio ser. Si una persona es incapaz de dominarse, su cuerpo es invadido por energía negativa, descontrolada y desequilibrada que ataca sus órganos vitales y los destruye. Sus fuerzas internas descontroladas se convierten en negativas y pueden aniquilarlo poco a poco. Sobrevienen, entonces, reacciones somáticas que se manifiestan en problemas cardíacos, estomacales, intestinales, nerviosos, y otros.

Cuando la persona no tiene razones profundas por qué vivir ni causas por qué sufrir, y se encuentra alejado de Dios, su capacidad de resistir se limita muchísimo más, puede quebrarse fácilmente y de allí viene la angustia.

La angustia proviene, pues, de una rebeldía interna. Esa es la razón por la que las personas se enferman tanto; padecen mucho más de lo que tendrían que padecer físicamente y ciertamente se desgastan por el mal uso de la energía positiva interna que Dios les ha dado.

La angustia no es la única causa de enfermedades, porque el mundo del ser humano es sumamente misterioso y la medicina misma no es capaz de descubrir todos los orígenes de las enfermedades. Pero ciertamente se puede decir que el ser humano se desgasta y enferma porque no utiliza bien su energía o sencillamente no la usa.

Todo lo positivo y bueno que tiene el ser humano, que es creación de Dios, puede destruir su mente y su cuerpo si no se controla. Nadie puede ser dueño de sí mismo si no se conoce profundamente ni sabe para qué está en este mundo. Como respuesta interna a esta situación de estar alienado y dormido, aparece una angustia vital y existencial, una sacudida profunda del alma, del ser interior, que desequilibra la mente y el cuerpo del ser humano. Esa fuerza interna, que no ha sido bien encauzada ni gobernada, sale anárquicamente de mil maneras, como un caballo desbocado que golpea el cuerpo y el alma del ser humano, destruyéndolo física y emocionalmente. La persona se empieza a alterar y angustiar, y no logra entender qué es lo que le está pasando. Lo que sucede es que su energía vital está padeciendo anarquía profunda.

La capacidad de sufrimiento del ser humano tiene como fundamento el poder creador de Dios, quien nos hizo a Su imagen y semejanza. Si la persona cuenta con el auxilio y el poder de Dios, y se apoya en la fuerza divina que proviene del Señor, su capacidad de trabajo y de sufrimiento es, en verdad, casi ilimitada y su reacción ante las circunstancias adversas de la vida es mucho más positiva.

Uno de los problemas del ser humano es la mediocridad. El mundo es de aquel que es capaz de dar a la gente razones por las que vivir. Un buen ejemplo de ésto fue lo que sucedió en Alemania antes de la segunda guerra mundial. En ese tiempo, Alemania era una nación moderna que tenía grandes potencialidades; estaba llena de vitalidad, entusiasmo y riqueza cultural. Esa nación fue tomada por una persona anormal que, tristemente, le inyectó razones equivocadas por las que vivir y morir que la lanzaron a una hecatombe. El pueblo Alemán no tenía un núcleo vital, un por qué vivir y morir, no había sido educado en el sentido más profundo del término (es decir evangelizado) y carecía de jerarquía en sus valores morales. La locura de Hitler alzó a ese pueblo a una lucha irracional, infundiéndole, inteligentemente, sus propias razones torcidas por las que luchar. El no comprendió que era imposible combatir contra el mundo entero, vencerlo, adueñarse de todo y crear otro imperio romano. Si Hitler hubiera sido un hombre cuerdo, positivo, auténtico y equilibrado, probablemente Alemania hubiera dado al mundo un impulso de progreso mucho más grande que el de Japón.

Esta es una prueba de que el mundo está hambriento de razones profundas por qué vivir y morir. Todo ser humano necesita encauzar la energía maravillosa dada por Dios para poder vivir, luchar y morir. Mientras más encauza su energía por senderos positivos y buenos, más plenamente vivirá. Muchos grandes artistas, pintores, políticos, músicos, descubridores, científicos y líderes religiosos han vivido muchos años más de lo normal por su apasionamiento y entrega a una causa profunda, sea sus cuadros, su música, su economía o su Dios. La vida se alarga mientras uno está más entusiasmado luchando por algo grande.

Hendel pasó 24 días encerrado, casi sin comer ni dormir, inspirado, apasionado, creando el Aleluya, que es una obra inmortal y maravillosa, que se ha cantado y ejecutado en todas partes del mundo. Este músico por vocación estaba impactado, motivado, entusiasmado y convencido que esta obra era grande y valía la pena. Muchos artistas de esa época morían de hambre, pero se puede decir que sus obras eran su razón por qué vivir y por qué morir y quedaron como herencia valiosísima que hoy día se venden por muchos miles de dólares.

Cuando el ser humano trabaja de esta manera, no sufre de angustia, taquicardia o dolores de cabeza, cuello, nuca o estómago. Su energía esta bien encauzada, todo su cuerpo funciona bien y está en armonía.

Cada ser humano fue hecho increíblemente bien por Dios, con un caudal grande e impresionante de energía y capacidad para trabajar diez, doce o más horas al día. Si usted se encuentra apasionado y entusiasmado con su trabajo, puede trabajar por mucho más tiempo y al final se sentirá muy satisfecho y tranquilo. En cambio, la falta de motivación, entusiasmo y apasionamiento causará que usted trabaje muy por debajo de su capacidad y se sienta agotado. Usted tomará su carrera o profesión simplemente como un medio para vivir y comer y no para desarrollarse plena e integralmente. El desperdicio de la energía maravillosa que Dios le ha dado provoca muchas neurosis, conflictos emocionales, problemas físicos, angustia y cansancio.

La angustia aparece cuando no existe una razón profunda por la que usted deba vivir o morir. Significa que usted no está convencido y enamorado de lo que está haciendo. La angustia es, en parte, como un fenómeno mental y físico de desorientación y alarma que nos anuncia que las cosas no andan bien. También es un signo de vagancia de nuestra sociedad de opulencia, donde todo es fácil, todo está programado, establecido y asegurado y no hay que sacrificarse demasiado. Las personas son poco creativas y actúan como robots, subsistiendo pero nunca rindiendo al máximo. Se convencen que no nacieron para sufrir sino para vegetar y vivir tranquilos, sin

dificultades, o sea como un adorno. En estas circunstancias, siempre encontrarán una manera de estar toda la vida simplemente descansando. La angustia es consecuencia clara de no descubrir por qué razón está usted vivo en este mundo. Es como un vacío existencial en el que la persona se encuentra desorientada y no ha descubierto aún el papel que ha venido a desempeñar en esta vida.

A Dios le tiene que doler cómo está el mundo y cómo ha ido evolucionando, porque la cantidad de vagos es realmente impresionante. El cuerpo de Cristo, que es la Iglesia y somos todos nosotros, tiene la sagrada misión de crear un mundo verdaderamente maravilloso con razones profundas y auténticas por las que vivir y morir. Tenemos que fortalecer el espíritu misionero de la Iglesia y el amor a la humanidad para entregarnos en cuerpo y alma a conquistar este mundo para Dios.

Mt 6:25-34

Autor: Mons. Rómulo Emiliani, c.m.f.

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