lunes, octubre 6

Decepciones

Hola Gente!!! Buen comienzo de semana!!!

Nunca esperen que los demás hagan cosas para hacerlos felices.

Los demás, sean personas como cosas, nos dan lo que pueden, lo que tienen. Nunca les culpemos que nos han lastimado, cuando estuvo en nosotros el confiarles o creerles, cuando estuvo en nosotros depender de ellos o dejar que ellos hagan cosas que nosotros debimos hacer y luego salieron mal, siempre esta en nosotros la decisión de entregarles o darles autoridad a los demás.

Debemos de conocernos y ver en que punto fallamos nosotros para no culpar a los demás, aun ellos hayan hecho cosas malísimas (no hablo de los niños cuando gente grande les hace cosas feas sino de nosotros los grandes), todos siempre vamos a fallar en mayor o menor medida porque nadie es perfecto, y gente mala va haber siempre, manipuladora y mentirosa… aprendamos a reconocerlas y mientras, en el proceso cuidémonos de no caer en confiar en ellos mas alla de lo que debamos.

Si aprendemos de los errores podemos ir fallando cada día menos. Esto nos hará mas cuidadosos con nosotros mismos, no dejaremos en manos de los demás el ser felices sino que lo iremos a buscar nosotros mismos, y tendremos el cuidado de “cuidarnos” de no esperar de los demas mas de lo que nos pueden dar…

Espero les sea de ayuda este articulo…

Cariños

Claudia

Lo primordial para no decepcionarnos es valorar a las personas en su justa dimensión y no crearnos falsas esperanzas.


Generalmente interactuamos con objetos o con los demás en base a nuestras creencias, imágenes y representaciones que tenemos de las cosas y las personas, sin que necesariamente nuestra percepción sea la realidad. Muchas veces visualizamos a otros como los imaginamos o suponemos que son, bien sea por engaño de ellos, de nuestros sentidos o de falsas impresiones.

La decepción se presenta cuando le adjudicamos a una cosa, situación o persona atributos que no tiene y "descubrimos" que no los posee.

Entonces, podemos desilusionarnos, desencantarnos, frustrarnos, contrariarnos, ponernos bravos o caer en despecho, desesperanza, tristeza, amargura, desánimo o depresión, por el fiasco que tuvimos.

Aunque las decepciones, las más de las veces, dependen de la forma como nosotros mismos percibimos, sin duda que también las provocan los engaños, sobre todo cuando alguna persona falta a la verdad en lo que nos dice, hace o pretende retraerse de lo pactado o que deshaga algo.

En el campo del amor, siempre la pareja despierta sentimientos, ilusiones, esperanzas especialmente atractivas, e imágenes-objetivos hacia el futuro. Se quiere ser feliz, tener un hogar, hijos y éxito profesional conjunto, entre tantas cosas. Cuando estas representaciones mentales no se logran, surgen decepciones de vida. En innumerables casos, las parejas cuando se enamoran, se ven mutuamente a través del prisma del amor. Esto distorsiona la realidad. Así se pueden minimizar o ignorar defectos personales e incrementar o distinguir virtudes inexistentes. Luego, ya cónyuges, se descubren tal y cual son y sobreviene el desengaño, la decepción. De la ilusión pasamos a la desilusión. Se sale del engaño o del error de apreciación en que se estaba.

En otras ocasiones la publicidad engañosa, la propaganda política o la sobreventa de una idea o producto nos lleva a crear expectativas personales en torno a algo o alguien que al no darnos o proveernos lo esperado nos decepciona.

Lo primordial para no ser decepcionados permanentemente, es intentar ser lo más objetivos que podamos, no crearnos falsas esperanzas, evaluar las situaciones evitando juicios emocionales, y valorar y apreciar a las personas en su justa dimensión.

La otra cuestión que se nos presenta es que seamos nosotros mismos quien decepciona a un tercero y este nos dice: "¡Me has decepcionado!". Lo cual suele provenir de un ser querido, padre, hermano, pareja o hijo, y nos llena de dolor y angustia. Para prevenir que esto ocurra nunca mintamos, no aparentemos ser lo que no somos, seamos auténticos y mostremos nuestras virtudes así como los defectos.



Psicologos Vladimir y Maria Mercedes de Gessen



Salmos 20:7-8

Éstos confían en sus carros de guerra, aquéllos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios. Ellos son vencidos y caen, pero nosotros nos erguimos y de pie permanecemos.

Salmos 41:9
Hasta mi mejor amigo, en quien yo confiaba y que compartía el pan conmigo, me ha puesto la zancadilla.

Salmos 40:4
Dichoso el que pone su confianza en el Señor y no recurre a los idólatras ni a los que adoran dioses falsos.

Salmos 146:3
No pongan su confianza en gente poderosa, en simples mortales, que no pueden salvar.

1 comentario:

anatel dijo...

Hoooolaaaaaaaaa bellaaaaaaaa Claudita!!!! siempre tan acertada en los articulos que nos das a conocer, tan OPORTUNA, tan Reina para dar luz a nuestra vida...Te quieeeeerooo desde Argentina hasta Alemania ida y vuelta muchas veces!!!