viernes, octubre 19

El exito, cosas de locos 1 parte

Si por “loco” calificamos a todo aquello que se sale de la norma, definitivamente hace falta un toque de locura para conquistar nuestros sueños.
Piénsalo por un momento: lo normal para la inmensa mayoría de las personas es vivir para trabajar; es conformarse con lo que tienen; es anular sus ambiciones en pro de una vida más “realista”; es pasar los días sin grandes emociones para luego llegar a echarse frente al televisor —para entonces distraerse al ver pasivamente cómo ficticios personajes sí viven sus irreales vidas.
¿Y no es acaso eso —dejar que la vida pase sin vivirla a plenitud— la verdadera locura?
Loco es —según una de las acepciones del diccionario— aquel que no tiene normales sus facultades mentales. Pero ¿qué es lo normal?
Para serte franco, prefiero pasar por loco mientras disfruto el proceso de lograr lo que me apasiona en la vida.
Albert Einstein apuntaba que la locura estaba en pretender obtener resultados diferentes haciendo siempre lo mismo. ¿Cuánta gente hay por ahí deseando que su vida —su pareja, su trabajo, su ciudad, su país o el mundo entero— cambie, pero sin estar dispuesta a hacer nada por cambiar?
¿Quién es el loco después de todo?
¿El que apaga sus ambiciones y se conforma con menos? ¿O el que determina que sus sueños son más importantes que su comodidad y sus miedos?
De entrada, para muchos el soñar ya es cosa de locos. “No sueñes porque vas a sufrir”, te dicen. “Es mejor que te acostumbres a lo que tienes”, te sugieren. “Sé gentil contigo y no te exijas demasiado”, recomiendan.
Pero ¿acaso no prefieres ser un loco apasionado que un “normal” apagado?
Ningún progreso en la historia de la humanidad ha provenido de gente “razonable” ni de gente “normal”. Todo gran avance, todo gran logro —colectivo o individual— es producto de locuras.
George Bernard Shaw no lo pudo decir mejor: “El hombre razonable se adapta al mundo; el que no lo es insiste en adaptar el mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo progreso depende de quienes no son razonables”.
Ideas fuera de lo común, emociones más allá de lo usual, acciones impensables por la mayoría. Eso es lo que mueve al mundo. Y eso es lo que tiene el poder para impulsar tu vida hacia una mejor y mayor expresión y goce de tu existencia.
Claro está, no toda locura es constructiva. Pero aquí me estoy refiriendo sólo a aquellas cosas que son productivas y eficaces, pero que por ser ajenas a lo que la mayoría piensa, siente o hace, tienden a ser rechazadas o invalidadas.
Hay un hecho: la gente de éxito hace lo que la mayoría —por ignorancia, miedo o conformismo— no hace.
Quienes obtienen resultados extraordinarios —en sus relaciones personales, en sus trabajos o negocios, en sus finanzas, en su salud, en su habilidad para disfrutar y gozar a plenitud— ponen en práctica lo que el 99% de las personas, ésas que se quejan y se sienten víctimas, tienden a ridiculizar o a menospreciar.
Si quieres darle un toque de “locura” a tu vida para desarrollar aun más tu potencial de éxito, incorpora en ti estas cuatro “condiciones mentales” indispensables para triunfar:
Esquizofrenia Potenciadora
Para progresar hace falta ver las cosas mejor de lo que son. Hace falta desarrollar la capacidad para ver más allá del horizonte marcado por nuestras actuales circunstancias.
En este sentido, el éxito requiere de la capacidad de “desconectarnos” de nuestra realidad presente para visionar en nuestra mente lo que queremos materializar.
Tienes que ser capaz de ver más allá de tus problemas y por encima de tus obstáculos. No para obviar lo que tientes ante ti; no para evadirlo ni negarlo; mas sí para generar la claridad y la fuerza que te van a permitir salir adelante.
“¿Es que no estás viendo que no se puede?”. “¿Es que no te das cuenta de cómo son las cosas?”. “¿En qué planeta vives tú?”. Este tipo de frases son empleadas con frecuencia por escépticos que, por estar tan inmersos en una percepción negativa o limitada de la situación, buscan debilitar cualquier intento que pueda demostrar lo contrario —que sí hay posibilidades, que sí hay algo más allá, que todavía hay otras cosas por intentar, que sí se puede.
Sobre todo cuando lo que estás viviendo te golpea o simplemente no es de tú agrado, necesitas potenciarte con una mirada de futuro que llene tu espíritu de la fe, la pasión y la determinación por surgir y triunfar.
Paranoia Positiva
Las situaciones no vienen con un significado de fábrica. La etiqueta de “mala” o “buena”, de “amenaza” u “oportunidad”, de “fracaso” o “aprendizaje”, se las pones tú. Y tú puedes elegir el significado que te potencia en vez de aquel que te frena.
La paranoia positiva es el hábito mental de asignarle a lo que te sucede un significado positivo a priori. Antes siquiera de conocer bien la situación, presumir que de ella podrás sacar algo positivo.
Es desplazarte por la vida desde la convicción de que todo lo que te sucede ocurre por alguna razón, y ésta siempre sirve a tu evolución.
Lo contrario es verte como una víctima a la merced de las circunstancias. Y esto paraliza y apaga tu potencial de progreso.


Leopoldo AlcaláAutor y Conferencista Internacional.

No hay comentarios: